Las cúpulas del sector económico y empresarial viven un momento de cambio, con bailes de sillas y relevos presidenciales. De todos modos, la foto no cambia demasiado: muchas de estas cúpulas, hasta ahora formadas por hombres, dan un paso al lado para dejar el puesto a otros nombres, principalmente hombres, y de edades similares.

La Asociación 50a50, un grupo de mujeres pioneras en sus sectores profesionales, luchan por un cambio de esta realidad, motivadas por la idea de que las instituciones empresariales y económicas tienen que representar la sociedad. En este contexto, 50a50 presenta también su candidatura para la Cámara de Comercio de Barcelona, de la cual Miquel Valls dejará la presidencia a finales de año.

La mujer en el sector empresarial, en datos

Las cifras muestran la realidad de la mujer en el sector económico y empresarial. Según los datos del Indicador de Igualdad de Género de Catalunya (IIGC) del 2017, elaborado por la Cámara de Comercio de Barcelona y el Observatorio Mujer, Empresa y Economía (ODEE), concluye que, entre otras cosas, la presencia de la mujer en los lugares de decisión de las empresas el año 2017 era un 54% inferior a los hombres -es decir, 45.750 mujeres enfrente de 99.975 hombres. Por lo tanto, las mujeres ocupan el 31% de los puestos de dirección, un porcentaje que ha retrocedido respecto del 2015 (36%) y el 2005 (35%).

Por otra parte, el porcentaje de mujeres en los consejos de administración es aún muy bajo -un 19% en las grandes empresas cotizadas en España en el 2018-, si bien ha mejorado con respecto a la situación que había en el 2005, cuando sólo eran el 4%. En el grupo de directivos, la brecha salarial entre hombres y mujeres es del 20%, ampliándose con respecto al 13% que era hace dos años.

Por último, el estudio también analiza el apoderamiento de las mujeres en las instituciones. Según explica, se han seleccionado 11 instituciones entre patronales, sindicatos, cámaras, instituciones culturales, sociedad civil y colegios profesionales, y se ha analizado los miembros de la junta, órganos de gobierno, presidencias, vicepresidencias y secretarías generales. En total, se han identificado 71 mujeres enfrente de 340 hombres, lo que suponen un 79% menos mujeres que de hombres en los órganos representativos de estas instituciones. En este caso se observa un retroceso porque la brecha de género se ha ampliado en los últimos dos años. Las mujeres han pasado de ser el 23% de estos cargos en el 2015 a ser únicamente el 17% a principios del 2018.

En el entorno político, sin embargo, los datos son diferentes. Según explican desde 50a50, "se pasó por una etapa en que se forzó que tenían que cambiar las candidaturas, que tenían que ser paritarias, cosa que en su momento quizás provocó conflicto, pero ahora ya es normal que en el mundo de la política haya muchas mujeres".

Eso, sin embargo, en el ámbito económico y empresarial no se ha producido. El debate se ha llevado a nivel de la Comisión Europea para decidir si se hacía una recomendación o una ley para obligar un mínimo de porcentaje de mujeres en los órganos de decisión, pero finalmente fue una recomendación, y que los datos evidencian que en pocos órganos se sigue.

La Asociación 50a50

Ante esta realidad aparece la Asociación 50a50, que se define como "un grupo de mujeres multidisciplinar, cada una de su sector, que luchamos para que haya más mujeres en los puestos de decisión", explica Anna Gener, vicepresidenta del grupo. "Con la iniciativa 50a50 queremos poner de manifiesto que sobre todo las instituciones económicas y empresariales tienen que ser un reflejo del mundo económico y de la sociedad. Cuando se comparan los datos de cómo están las cúpulas de estas organizaciones, es tristísimo", afirma.

Una de las vocales del grupo, Livia Paretti, explica que "uno de los grandes valores de 50a50 es que es un núcleo de acompañamiento y lobby transversal, absolutamente apolítico, que lo que hace es dar visibilidad a una serie de mujeres que tienen el deseo de dar este paso adelante pero que en algunas ocasiones no se las ha acompañado". De esta manera, "nosotros estamos creando esta situación para que las personas que quieren se sientan acompañadas y empoderadas para hacerlo. Dejando de lado que son todas personas de primer nivel profesional, cosa que es muy importante," explica.

La foto estándar: americanas grises y demasiados años

Si miramos los rankings de los países europeos en términos de paridad, España es uno de los países que está en las cuotas más bajas, sobre todo con respecto al número de mujeres a las posiciones altas de las empresas, a los consejos de administración y las entidades empresariales. La presidenta de la asociación, Anna Mercadé, pone el acento al hecho de que "en todos los países europeos, como puede ser Francia, ya se han marcado cuotas porque han visto que sin cuotas no hay manera. De hecho, en Francia las empresas están viniendo a buscar mujeres aquí, porque tienen que cubrir las plazas y tenemos gente muy buena y muy bien preparada".

Por su parte, Pilar Conesa, una de las vocales del grupo, explica que "la foto siempre es una estampa de trajes grises, de hombres y edad adelantada". "De hecho, si nos fijamos en las cúpulas de las empresas catalanas, en el 70% de estas no hay ninguna mujer. Pero además, en todas las instituciones, hay personas que hace 30 años que están en el mismo puesto, aseguran. "Hace falta un cambio generacional, cosa que sólo se está produciendo en el sector tecnológico más puntero. Pero es lo único".

¿Por qué hacen falta mujeres directivas?

Anna Mercadé, la presidenta de 50a50, explica la necesidad: "Cuando hablamos de más mujeres directivas hablamos de efectividad, de un trabajo más ejecutivo". Además, "el 60% de las personas que sacan adelante las empresas y que trabajan desde debajo y mueven las organizaciones públicas, son mujeres" pero no salen a la foto. Por su parte, Paretti asegura que "hay estudios que han demostrado que las mujeres somos mejores gestoras". Con todo, Conesa afirma que "con la última recesión se ha demostrado que las empresas que tenían un liderazgo compartido o que tenían más mujeres, sobre todo en el norte de Europa, soportaron mucho mejor la crisis, también a nivel económico y financiero".

Ahora es el momento de hacer el cambio. No podemos perder el tren competitivo mundial

Se trata de "diversidad", explica Isa Moll, miembro de 50a50. "Está probado que los equipos diversos llegan más lejos, son más creativos y mucho más competitivos. Y el género y la edad son también un factor de diversidad. Además no podemos olvidar que hay una ley de igualdad, que no se está cumpliendo, cosa que en otros países europeos se impone, y aquí no".

En este sentido, asegura que "tenemos que mirar cuál es nuestro mercado competitivo, que es el mundo". "Y en el mundo hay unos cambios que nos vienen que, o nuestras empresas e instituciones están preparadas, o nos quedaremos en la cola. Por lo tanto, tenemos que intentar hacer más robustos a nuestros equipos directivos". Sin embargo, explica que los resultados no son inmediatos pero "hay que caminar hacia esta dirección: ahora es el momento de hacer el cambio. No podemos perder el tren competitivo mundial".

¿Y por qué no están?

Según las representantes de la asociación, el problema recae en el poder y la normalización del hombre como líder de estas organizaciones, en su entorno y el poder de los lobbies. "Los hombres de per se no se dejan la silla, porque el poder es endogámico", afirma Anna Mercadé. "Y como han estado toda la vida, lo viven como si los usurpáramos el poder y la silla. Todo el mundo al final se dará cuenta de que tiene que haber una serie de plazos, cuotas, leyes y penalizaciones, porque sino no nos movemos". El cierto es que las leyes de paridad ya existen, pero "hasta que no haya penalización no pasará nada", asegura la presidenta.

Los hombres lo viven como si les usurpáramos el poder y la silla

Al mismo tiempo, la "renuncia" de las mujeres al obtener más responsabilidades profesionales no es la misma que para|por los hombres. "Cada vez que ascendemos profesionalmente, renunciamos a cosas. Ellos no renuncian a nada. Nosotros renunciamos a nuestro equilibrio entre familia, hijos, ocio, etcétera. Porque haciendo toda esta carrera profesional, seguimos teniendo hijos, seguimos teniendo nietos, y seguimos cuidando de los padres y los abuelos", explica Mercadé.

Los techos de cristal

Llama mucho la atención cuando se oye el discurso que "no hay mujeres porque no hay mujeres que se postulen", asegura Paretti. "Eso no es verdad". Pero "es un discurso fácil que se va repitiendo de manera automática, es muy demagógico y se acepta". Al mismo tiempo, "hay que ver también qué condiciones se han creado a lo largo de los años para que las mujeres que asuman muchas más responsabilidades en la vida familiar puedan tener este sentimiento de querer aceptar un paso adelante asumiendo una responsabilidad superior en ámbitos de trabajo".

Con respecto a los techos de cristal, Mercadé asegura que "es una leyenda urbana el discurso que las mujeres se autocensuran". Según explica, "las mujeres quieren pero los lo ponen tan difícil y las penalizan tanto que algunas caen por el camino".

Los 'lobbies' y las reglas del juego

Otro de los temas que preocupa a la asociación son "las reglas del juego", es decir, como funciona el mundo directivo empresarial. "Una vez entras en estos lugares de decisión, todas las reglas del juego son masculinas, y todo el entorno es masculino y todo el lenguaje es masculino, los horarios masculinos, las comidas, las reuniones, etcétera", explican.

"El poder, visto desde un punto de vista masculino, es el poder para el propio gozo. Aquí hace falta un cambio mucho importando de valores". Al mismo tiempo, también juega el factor que "dejar las posiciones de poder, para ciertos hombres, es un riesgo, es incómodo, no gusta, y por eso hay esta resistencia. Está muy bien que estemos trabajando, pero las mujeres nunca aparecemos en la foto", afirman desde 50a50.

El poder, visto desde un punto de vista masculino, es el poder para el propio gozo

Conesa todavía va más allá: "Quien hay son hombres y en las empresas grandes, en general, el hombre piensa con candidatos de su entorno y con la gente con quién está haciendo lobby. Dos cosas: hay muchas empresas donde hay mujeres a los segundos y terceros niveles, y no se mueven de aquí". Por otra parte, "los espacios de hacer lobby son masculinos, y no se visualizan las mujeres, aunque hay mujeres potentes en todos los ámbitos", explica. "Los hombres dedican muchas más horas en los espacios de lobby que las mujeres, y por lo tanto piensan más en su entorno".

"Recuperar la Cámara de Comercio", la iniciativa

Con todo eso, la puesta en marcha de 50a50 tiene una de las primeras oportunidades de "sacudir la realidad" es con las elecciones de la Cámara de Comercio de Barcelona, actualmente presidida por Miquel Valls, que dejará el cargo este año.

Desde 50a50, critican el hecho de que ha sido muchos años presidida por la misma persona, "y pensamos que la economía de hoy necesita una Cámara mucho más activa, con cambios culturales, mucho más próxima a los nuevos modelos económicos y tecnológicos". "Queremos una Cámara con un cambio generacional, con un 50% de mujeres, transparente en cuanto a gobernanza y que represente los intereses de todas las empresas".

Queremos una Cámara con un cambio generacional, con un 50% de mujeres, transparente en cuanto a gobernanza y que represente los intereses de todas las empresas

Así pues, 50a50 presenta su propia candidatura, que apuesta por un modelo diferente. Critican la manera como se escogen las sillas del Pleno y la presidencia, y "por lo tanto, presentamos la candidatura de manera que son candidaturas para cada uno de los epígrafes -o sectores-, ya que estamos en contra del planteamiento de voto actual o la candidatura presidencial, porque lo que se votan son representantes de cada gremio y después son ellos que deciden al presidente".

A grandes rasgos, lo que critican del método de elección es que el presidente se escoge después de haber elegido cada sector a sus representantes. Es decir, primero se constituye un pleno, y el pleno escoge a los presidentes. "A más participan un porcentaje muy bajo de todas las empresas". Su iniciativa se basa en qué "nos hemos organizado por grupos y presentamos mujeres que profesionalmente son muy importantes y muy válidas en su sector, pero que se comprometen a defender los intereses del sector, cosa que no se ha hecho nunca".

Vale a decir, sin embargo, que desde 50a50 valoran el que que "el presidente de la Cámara nos de apoyo", aunque aseguran que en general, el resto de los miembros "se han tomado muy mal la iniciativa de 50a50".

Primeros avances

Uno de los primeros avances ha sido el convenio firmado entre el Observatorio Mujer, Empresa y Economía (ODEE) de la Cámara de Comercio de Barcelona y Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya (FGC) el pasado viernes, con el objetivo de establecer un marco de colaboración que fomente políticas de igualdad y paridad.

Con este convenio, ambas instituciones se comprometen a sumar esfuerzos en la actuación que lleva a cabo FGC y en especial a la Ley de Igualdad efectiva de mujeres y hombres, que de acuerdo con el Plan de igualdad de la empresa, actualmente en revisión, promueva la colaboración en la ejecución de programas transversales de políticas de igualdad de género en el ámbito de la empresa e integre en perspectiva de género en todas las fases, áreas y niveles de intervención, entre otras cosas.

En palabras de Anna Mercadé, que también es la directora de ODEE, "llevamos más de un año detrás de eso y estamos muy contentas con que por fin se haya conseguido". Al mismo tiempo, Mercadé asegura en declaraciones a El Nacional que este es el primer acuerdo pero habrá más muy pronto, pero "no puedo adelantar cuáles", explica.