La planta de Seat en Martorell, que ya empezó la semana pasada a liderar un proyecto para fabricar respiradores y ayudar en las necesidades de la crisis sanitaria, ha tenido que parar el proyecto a la espera de los procesos de homologación del Ministerio de Sanidad. La burocracia deja la producción de estos equipos en stand-by, pero desde la misma empresa se muestran esperanzados: "Muy pronto podremos empezar la producción".

Durante la rueda de prensa del Gobierno, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha anunciado contratos con Seat y también con la empresa Hersill, situada en Móstoles (Madrid), para producir hasta 300 unidades diarias de respiradores para combatir el coronavirus. Preguntado por las trabas burocráticas, ha asegurado que sólo falta la certificación con relación a la seguridad eléctrica y un test electromagnético para garantizar la seguridad de los equipos.

Según fuentes de la empresa, el proceso lleva parado desde el miércoles por la noche y siguen esperando noticias del ministerio, que no ha concretado todavía cuándo hará los tests y las homologaciones que faltan. Según explica La Vanguardia, son más de 150 trabajadores los que se han tenido que ir a casa a la espera de que se desbloqueen los permisos.