El Gobierno pone en marcha el nacionalismo económico para superar la crisis del coronavirus. Así, ha solicitado este lunes a las cadenas de supermercados que prioricen los productos españoles y los sitúen "en lugares destacados dentro de sus lineales", además de ayudar a los alimentos "que más han sufrido por el cierre de bares y restaurantes" como consecuencia de la pandemia.

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha trasladado esta petición durante la reunión telemática que ha mantenido con las patronales del sector: Asedas (que agrupa Mercadona, DIA y una decena de grupos regionales), ACES (a la cual pertenecen Lidl y los supermercados de Carrefour, Eroski, Alcampo y El Corte Inglés) y Anged (hipermercados).

Según el ministerio, también se ha exhortado a la distribución alimentaria a reforzar "productos de temporada y de proximidad". El Ejecutivo está llevando a cabo "un estrecho seguimiento de la evolución de los precios" y de momento "no se ha registrado ninguna situación anómala destacable", han apuntado desde el ministerio en un comunicado.

En el encuentro, el ministro ha abogado por "reforzar la comunicación" entre los diferentes eslabones que conforman la cadena alimenticia para "alcanzar un mayor equilibrio y un reparto más justo del valor" y, así, proteger sobre todo a la parte más débil, la de los agricultores. En este sentido, Planas ha pedido a la distribución "un esfuerzo para evitar la banalización de determinados productos y trabajar, de manera conjunta, para incrementar el prestigio de agricultores, ganaderos y pescadores ante la sociedad".

También ha agradecido su trabajo por garantizar el abastecimiento alimentario en plena crisis sanitaria —durante la semana previa al confinamiento se registraron largas colas generalizadas por el fuerte incremento de las compras—, cosa que, según su opinión, demuestra que España cuenta con una cadena "eficiente y capaz".

Por último, mañana está prevista una reunión del Observatorio de la Cadena Alimenticia en la cual se analizarán la evolución del consumo y la formación de los precios de los alimentos, ha recordado el ministerio.