Wall Street volvió a hundirse este lunes y sufrió su peor día desde 1987 con pérdidas de su principal indicador, el Dow Jones de Industriales, del 12,93 % y casi 3.000 puntos en una jornada marcada por el parón en las operaciones, los estímulos de la Reserva Federal y preocupantes declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en relación con el coronavirus.

Al término de las operaciones en la Bolsa de Nueva York, que sufrieron su tercer circuit breaker -cierre del circuito- en una semana, el Dow Jones vivió el segundo peor día de sus 124 años de historia al perder 2.997,10 puntos, y terminó en 20.188,52 enteros.

Peor sesión Nasdaq

El selectivo S&P 500, que los inversores consideran el medidor real del mercado, finalmente retrocedió un 11,98% % 324,89 puntos, hasta los 2.386,13 enteros, y el índice compuesto del mercado Nasdaq, que reúne importantes empresas tecnológicas, retrocedió un 12,3 % o 970,28 puntos, hasta situarse por debajo de los 7.000 enteros, concretamente en 6.904,59. Se trata de la peor sesión jamás registrada en el índice Nasdaq, mientras que el S&P 500 ha retrocedido ya un 30 % desde su posición más alta que alcanzó hace menos de un mes.

El parqué neoyorquino, que ha vivido su peor día desde el lunes negro de 1987, mira con preocupación los últimos acontecimientos en relación a la crisis del Covid-19, que ha provocado enormes pérdidas económicas y mucha incertidumbre por los efectos de las restricciones en el desplazamiento y de las medidas que se empiezan a adoptar en un buen número estados.

El efecto Donald Trump

Los inversores también han reaccionado negativamente a los comentarios del presidente Donald Trump, quien en declaraciones a los periodistas durante una conferencia en la Casa Blanca para dar cuentas de la crisis aseguró que podría prolongarse "hasta julio o agosto" y que Estados Unidos “podría” estar dirigiéndose hacia una recesión.

Asimismo, el desplome de Wall Street en la jornada del lunes llega a pesar de los estímulos de la Reserva Federal (Fed), que ha dejado sus tipos de interés en prácticamente cero con una segunda bajada, y después de que el banco central haya decidido inyectar 700.000 millones en la economía estadounidense.

Todos los sectores cerraron en rojo y las mayores pérdidas fueron para el inmobiliario (-16,55 %), el financiero (-13,99 %), el tecnológico (-13,91 %) y el energético (-13,63 %).