Catalunya tiene una tasa de paro juvenil del 38%, una de las más elevadas y prácticamente el doble de la media europea que es del 20%. En el caso de España, la cifra es todavía más alarmante ya que llega hasta el 45%. ¿Pero es eso un inconveniente real? "España y Catalunya no tienen un problema real de paro juvenil ya que lo importante es la relación entre el paro y el paro juvenil" ha asegurado al catedrático de Economía y Empresa de la UPF José Garcia Montalvo en la novena edición del Foro FemCAT titulado "El paro juvenil: qué podemos hacer"?. Bajo la sorpresa generalizada del auditorio principal del Banc Sabadell, Montalvo ha añadido que a pesar de tener mucho paro juvenil, se trata de un problema "sin apellidos" que evidencia que "hay alguna cosa estructural en las formas del mercado laboral que no funciona bien."

En este sentido, el presidente de FemCAT, Ramon Carbonell, ha explicado que "el gran reto es adecuar la oferta a la demanda". O lo que es lo mismo, entender qué competencias reclama el mercado laboral y extrapolarlas a la educación. Montalvo ha señalado diferentes problemas tanto en una lado como en el otro. Mientras que entre los problemas de la oferta se incluyen la estructura productiva y el tamaño de las empresas, el nivel de formación de los empresarios y la poca relevancia de la formación profesional en la empresa, los de la demanda se centran en el desajuste entre titulaciones y rigideces, el mito de formar personas o necesidades claras pero insatisfechas. Y entre las dos fuerzas de mercado, el problema fundamental es "el desprecio absoluto de la ciencia o la evaluación para resolver los problemas." Un desprecio que sin ir más lejos se puede observar fácilmente en la financiación a la investigación.

El catedrático ha dado también pie al debate de la sobrecualificación recordando una de las frases más polémicas del secretario general del OCDE, Angel Gurría: "El nivel de un titulado universitario español es similar al de un estudiante japonés de secundaría." El también investigador de ICREA ha aportado diferentes herramientas para la reflexión, entre los que destacan los excesos de la herencia de la burbuja inmobiliaria, el abandono prematuro de los estudios, la acumulación de reformas educativas o la facilidad de obtener préstamos para la adquisición de una vivienda.

Una discusión bizantina

"Mientras aquí tenemos discusiones bizantinas como la religión o las reválidas, en Estados Unidos discuten si los niños tienen que aprender a programar a los 7 o a los 5 años" ha asegurado a Montalvo justo antes de añadir todavía un par de comparaciones internacionales más: "Queremos ser como Corea pero que nuestros estudiantes no hagan deberes, queremos ser como Finlandia pero que la nota de entrada de nuestros profesores sea un 5. Eso no es así, tiene un precio." Se trata de saber cómo se invierte y en qué se invierte más que simplemente cuál es la cantidad.

Y una vez hecho el diagnóstico con el retrovisor puesto en el mundo, vienen las propuestas. En este sentido, el catedrático ha propuesto: reducir la tasa de abandono prematuro de la educación, reducir el desajuste entre oferta y demanda de competencias o resolver los problemas de transición entre el sistema educativo y el mercado laboral. "Lo que no es solución es derogar y derogar", ha matizado. El paro sin apellidos pero al fin y al cabo, paro. Un problema de renombre.