La Cambra de Comerç de Barcelona alerta Colau y el gobierno de la Generalitat de las consecuencias de las nuevas restricciones en Barcelona y parte del área metropolitana por los nuevos brotes de coronavirus. Según la entidad, estas tendrán un impacto "muy negativo" sobre el sector del comercio y la restauración. "La desconfianza que se origina con estas medidas contribuye a generar más preocupación y se convierte en una dificultad más que puede provocar cierres masivos de establecimientos comerciales y turísticos", ha alertado en un comunicado.

Ante la situación, la Comisión de Comercio de la Cámara pide "proporcionalidad en las medidas" y ha recordado que los propietarios de los establecimientos comerciales y de restauración han estado "a la altura y han hecho las inversiones necesarias" para hacer un desconfinamiento con garantías.

Descenso del consumo

En los días previos al anuncio del Gobierno ya se observaba un descenso del consumo en los establecimientos comerciales de la capital catalana. En concreto, la caída de los últimos siete días en comparación con la media del último mes ha sido de un 6% en los restaurantes, un 8,5% en las cafeterías, un 6,1% en ropa y un 8,5% en otros comercios.

La Comisión de Comercio considera que la obligatoriedad de pedir cita previa es una medida "totalmente ineficaz" y un "perjuicio económico innecesario" para las empresas, ya que no garantiza la seguridad sanitaria y dificulta la relación con los clientes.

Restauración, alimentación y farmacias

En referencia a las medidas adicionales presentadas para la restauración, de una distancia de dos metros de seguridad y la reducción del aforo al 50%, la Cámara las considera "restrictivas" y advierte que suponen un gran esfuerzo para la restauración, que sólo se tendría que tener en consideración cuándo no sea posible garantizar la distancia social delante del rebrote.

Al mismo tiempo, afirma que el sector de la alimentación y el farmacéutico han sido "ejemplares" en la aplicación de las normas de seguridad ante la pandemia, y por este motivo ha reclamado a las administraciones tener extensiva "la misma confianza" para el resto de actividades económicas.

La Comisión considera importando que las administraciones "sean estrictas con el cumplimiento de las medidas de distanciamiento social, la utilización de mascarillas, la higiene y la limpieza". Asimismo, ha reiterado la importancia de intensificar las medidas de control con más pruebas de detección de la enfermedad y un aumento de los rastreadores.