La Comisión del Mercado de Valores de Portugal (CMVM) ha registrado durante la noche de este lunes la Oferta Pública de Adquisición de acciones (OPA) de CaixaBank lanzada sobre la totalidad del Banco Portugués de Inversiones (BPI). Actualmente, la entidad presidida por Jordi Gual es el accionista mayoritario con un 45% del capital. 

En concreto, la oferta realizada es de 1,134 euros por acción del luso BPI, cuyos títulos cerraron este lunes en 1,128 euros por acción. De culminar con éxito la operación, el valor de la misma superaría los 900,4 millones.

El plazo de aceptación o no de la oferta queda abierto a partir de este mismo martes, 17 de enero, a las 08.30 horas y concluirá el próximo día 7 de febrero, a las 15.30 horas (horario portugués). Según ha informado la entidad al regulador luso, no será hasta el día siguiente, el 8 de febrero, cuando se dé a conocer el resultado de la OPA.

De 1995 a 2017

CaixaBank entró en BPI en 1995 y fue elevando su participación con los años, si bien los derechos de voto estaban limitados al 20%. Como segundo accionista figuraba la empresaria angoleña Isabel dos Santos a través de la compañía Santoro, con un 18,6% del capital, seguida de Allianz, con cerca del 8%.

El pasado mes de abril, el banco dirigido por Gonzálo Gortázar lanzó una OPA voluntaria a un precio de 1,113 euros por acción, condicionada a la eliminación del límite de derechos de voto, que fue acordado en septiembre. Para ello, BPI ofreció el control de la entidad angoleña BFA a Dos Santos a cambio de su visto bueno en la eliminación de dicha restricción.

Sinergias entre CaixaBank y BPI

Asimismo, el banco luso llevó a cabo el pasado mes de diciembre la venta a Unitel de un 2% del angoleño BFA para dejar de ser accionista de control y cumplir la exigencia europea de reducir su exposición a riesgos excesivos en el país africano. Al presentar la oferta, la entidad catalana indicó que tenía la intención de que BPI continuara siendo una compañía cotizada, así como mejorar sus cuentas gracias a las sinergias con CaixaBank.

En esta línea, la entidad catalana ha destacado el valor de la entidad portuguesa, que tiene 39.000 millones en activos, 1,8 millones de clientes en Portugal, un 4,6% de morosidad y un 85% de cobertura.

900 empleos y 52 oficinas menos

En los próximos tres años, CaixaBank prevé reducir 900 empleos de BPI y durante este mismo año, prevé cerrar 52 oficinas de la entidad lusa con el objetivo de mejorar la eficiencia del banco que cuenta con 545 sucursales en Portugal.

Unas medidas que se ajustan a la voluntad de que el BPI se convierta en "una entidad más competitiva" ya que actualmente la ratio de gastos sobre ingresos se sitúa en el 74% y el objetivo es que pase a un 50% o inferior en 2019.

Así, los planes de CaixaBank son continuar con el programa de ajuste de BPI y generar un ahorro de costes de 84 millones de euros, de los que 45 corresponden a gastos de personal y 39 a reducción de costes generales.