CaixaBank iniciará este fin de semana la integración de más de 800 oficinas tras fusionarse con Bankia, una vez efectuada la unificación tecnológica y comercial, aunque mantendrá la red más extensa del país, con 4.600 sucursales a cierre de año.

CaixaBank ha explicado en un comunicado que pone en marcha la racionalización de su red de sucursales para evitar los solapamientos que tras la fusión se producían en determinados territorios como Madrid, Comunidad Valenciana, Baleares, Andalucía oriental o Murcia. En el caso de Baleares, "las integraciones tendrán lugar a mediados del próximo mes de enero", según la fuente.

Pese al ajuste de la red, CaixaBank mantendrá la red de oficinas más extensa del país, con la previsión de acabar 2021 con 4.600 sucursales. Con esta operación, la entidad financiera quiere también "reforzar su modelo de sucursales Store, más grandes y con más servicios para los clientes, al tiempo que mantiene su presencia en las zonas rurales".

CaixaBank indica, en este sentido, que "está registrando un aumento de las operaciones por canales digitales y una reducción de las visitas a oficinas", lo mismo que sucede con el resto de bancos. Tras la fusión, con la que CaixaBank se ha convertido en la primera entidad por activos en España, la entidad también cuenta con la red de cajeros automáticos más amplia de España, con más de 12.700 terminales cuando concluya la integración.

El banco apunta asimismo que "más del 90 % de las oficinas que se integran ahora lo hacen en otras sucursales que están a menos de 500 metros de distancia, y de ese porcentaje, casi el 70 % se encuentra a menos de 250 metros".

CaixaBank asegura que "se ha comprometido a no abandonar plazas en las que el banco fuese la única entidad financiera con presencia en esa localidad". Ello conlleva que tenga presencia en 2.200 municipios españoles, y que en 389 de estas localidades sea la única entidad financiera con presencia física. 

No hay pérdida de clientes

El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, aseguró este lunes que la fusión con Bankia, que llegó a su final hace apenas tres semanas, con la integración tecnológica y comercial, no ha comportado, por ahora, ninguna pérdida de clientes. "No hemos notado ningún movimiento anómalo de clientes", afirmó el ejecutivo durante su participación en el XII Encuentro Financiero Expansión-KPMG, donde reconoció, no obstante, que todavía es "pronto" para valorar el impacto que la operación tendrá en la clientela. Aunque "la sensación es buena" habrá que "hacer ese juicio más adelante".

Gortázar destacó que CaixaBank ha tenido una "fantástica evolución en el año" y que su objetivo es que la fusión no sea una simple suma de dos entidades, sino que aspira a "que 1+1 sean dos y un poquito". "Pensamos que vamos a conseguir sinergias de ingresos, sobre todo en el negocio de seguros".