CaixaBank obtuvo 2.457 millones de euros de enero a septiembre, cifra que implica un 48,8% menos que en el mismo periodo del 2021. Entonces su beneficio llegó a 4.801 millones gracias a los efectos contables a consecuencia de la fusión con Bankia. La entidad bancaria ha comunicado a la CNMV, el supervisor bursátil español, que, en base contable, el resultado incrementó un 17,7%. Este aumento se basa en la evolución favorable de la actividad comercial y en los ahorros de costes logrados a través integración con Bankia.

El resultado hasta septiembre de 2021 contemplaba una aportación positiva a efectos contables de 4.300 millones del fondo negativo de comercio. En cuanto al resultado contable, CaixaBank incrementó en un 21,5% hasta septiembre, sin contar los efectos extraordinarios relacionados con la fusión. Separando los efectos extraordinarios, los ingresos de la entidad bancaria subieron hasta los 8.647 millones de enero a septiembre. Eso implica un 2,7% más en relación con el mismo periodo del año pasado.

La disminución del margen de intereses (-0,4%) y de los ingresos de participadas (-34,7%) se compensó por la evolución positiva del resto de ingresos (+6,9%), gracias a una elevada actividad comercial, explica la entidad bancaria. Asimismo, el aumento del margen bruto (+2,7 %) y la disminución de los gastos de administración y amortización recurrentes (-5,9%) hicieron posible hasta septiembre un destacado aumento del margen de explotación sin extraordinarios (+14%).

Hasta el tercer trimestre del 2022, el banco ha ingresado 132 millones por dividendos (-13,6%), y eso incluye los percibidos por empresas como Telefónica. Los resultados atribuidos de entidades valoradas por el método de participación alcanzaron los 207 millones (-41,6%), afectados por la salida del capital de Erste Group Bank, entre otros motivos.

Con respecto a la rentabilidad, CaixaBank obtuvo una rentabilidad sobre recursos propios (ROTE) del 8,4% al cierre de septiembre, en niveles parecidos a los de 2021, aunque todavía está por debajo del coste de capital. En cuanto a la evolución de las comisiones recurrentes, incrementaron un 2,1%. Por otra parte, la entidad consiguió reducir sus costes de administración y amortización recurrentes un 5,9%.

Específicamente, los costes de personal se redujeron un 8,5% interanual, a consecuencia de la salida de empleados pactada con los sindicatos. En cuanto a la evolución del crédito, CaixaBank siguió creciendo tanto en particulares como en empresas y la cartera de crédito sana -sacando los saldos dudosos- aumentó en 11.491 millones, un 3,4%, hasta los 351.462 millones. En particular, la cartera sana de empresas subió un 7%, en consumo repuntó un 3,6% y un 0,8% hipotecas.

En concreto, en hipotecas a particulares se doblaron las concesiones con relación al mismo periodo del 2021, con 10.527 millones, de manera que la entidad obtiene una cuota de nueva producción de hipotecas del 23%. Predominan las hipotecas a tipo fijo, que suponen más del 90% de las firmadas en los nueve primeros meses de este año. Asimismo, tuvo una buena evolución el crédito al consumo, que aumenta un 23% en comparación con los nueve primeros meses del año pasado.

Baja la morosidad y se sitúa en mínimos de 2008

A pesar del dificultoso contexto macroeconómico, influido por la inflación elevada, la morosidad disminuyó hasta el 3%, a niveles mínimos no conseguidos desde 2008. Sin perder de vista que las incertidumbres macroeconómicas continúan latentes, CaixaBank dispone de un fondo colectivo de provisiones por importe de 1.257 millones de euros. Este fondo se ha mantenido estable en el trimestre, destaca el banco. En cuanto a los recursos totales de clientes, se situaron al cierre de septiembre en 612.504 millones (caen un 1,2% el año). Los activos bajo gestión se sitúan en los 144.133 millones de euros (-8,8% al año), penalizados por la fuerte volatilidad de los mercados.

La entidad subraya que a pesar del entorno macroeconómico y del mal comportamiento de los mercados financieros, pudo captar 10.948 millones. Por otra parte, la entidad mantiene una posición fuerte de capital y liquidez y situó la ratio de solvencia CET1 en el 12,4% después del impacto del programa extraordinario de recompra de acciones. En un comunicado, el consejero delegado del banco, Gonzalo Gortázar, afirma: "Afrontamos los trimestres que vienen con una elevada fortaleza financiera que nos permitirá ayudar a la sociedad en el actual contexto de incertidumbre".