CaixaBank controla el 84,5% del Banco Portugués de Inversiones (BPI) después de que la oferta pública de adquisición (opa) que lanzó sobre la entidad lusitana haya sido acogida con éxito entre los accionistas.

El banco catalán presidido por Jordi Gual ha desembolsado 644,5 millones para adquirir el 39% de las acciones del banco, por las cuales ha ofrecido un precio de 1,134 euros por acción, según ha comunicado a la Comisión del Mercado de Valores (CMVM) de Portugal. CaixaBank ya poseía el 45,5% del capital del banco, por lo que sólo el 54,5% de las acciones estaban sujetas a la oferta, que ha registrado un grado de aceptación del 71,59%.

Forero, al frente de BPI

Poco después de saberse el resultado de la opa, CaixaBank ha propuesto al consejo de administración de BPI el nombramiento de Pablo Forero, hasta ahora director general de la entidad catalana, como nuevo consejero delegado de BPI, en sustitución de Fernando Ulrich.

La decisión la ha anunciado el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, en la rueda de prensa celebrada en Lisboa para detallar los resultados. A la vez, también se ha propuesto que Ullrich pase a ser presidente del Consejo de administración del banco, en sustitución de Arturo Santos Silva. Según Gortázar, Forero tiene una "gran experiencia de éxito", y reúne todas las condiciones "para liderar este gran banco y para combinar lo mejor del BPI y lo mejor de CaixaBank."

Por su parte, Ulrich ha considerado "lógico" el hecho de que la dirección ejecutiva pase a manos de CaixaBank y ha asegurado que fue una solución consensuada, "la mejor" para el banco y sus clientes. El BPI "tiene que estar liderado por alguien originario del grupo CaixaBank", ha defendido, antes de dejar claro que seguirá trabajando en la entidad, aunque quizás "con menos estrés". 

El quinto mayor banco lusitano

La opa arrancó el pasado 17 de enero y el plazo para aceptar la oferta ha finalizado hoy martes en las 15.30 (hora GMT).

Con unos activos valorados en aproximadamente 38.300 millones al cierre de 2016, BPI es el quinto banco lusitano mayor, por detrás del estatal Caixa Geral de Depósitos, del Banco Comercial Portugués, del Novo Banco y de Totta, división lusitana del Banco Santander que mejoró en este ranking después de la compra de Banif. BPI obtuvo unos beneficios de 313,2 millones de euros en el 2016, un 32,5% más que en 2015.