Cabify volverá a Barcelona mañana, jueves 7 de marzo, después de adaptar su modelo de negocio al decreto ley de la Generalitat por el cual se marcharon, considerando que "se los estaba expulsando de la ciudad". El decreto de la Generalitat, aprobado el pasado 28 de febrero, impone varias condiciones como 15 minutos de precontratación, la prohibición de circular sin pasajero y la no utilización de la geolocalización. Según la empresa, para adaptar su negocio a estas condiciones "han asumido una serie de gastos que no tenemos el deber jurídico de soportar".

Con todo, Cabify explica en un comunicado que el hecho de que vuelvan a operar en la ciudad condal no supone que estén de acuerdo con las condiciones del decreto ley, "que seguimos considerando desproporcionado y contraria a Derecho", pero después de más de un mes sin operar en Barcelona, ha conseguido redefinir su negocio y "permitir a los usuarios volver a contar de nuevo con alternativas eficientes de movilidad". De esta manera, Cabify tiene el objetivo de trabajar con una flota de 300 coches en una fase inicial, según explica la compañía, cosa "que puede dar lugar a algún retraso superior al deseable en horas de alta demanda", aunque aseguran "el compromiso de mantener un alto estándar de servicio".

De esta manera, el usuario que ya haya viajado con Cabify a Catalunya lo podrá seguir haciendo, después de aceptar las nuevas condiciones del servicio, en el cual se informa desde la aplicación que el usuario tendrá que precontratar el servicio con 15 minutos de antelación. Según la empresa, "este modelo no es lo mejor para una ciudad y una comunidad que son símbolos de innovación y progreso", pero al mismo tiempo "afirma" que "estamos dispuestos a cargar con el elevado e injustificado coste" de esta adaptación.

Por último, la plataforma de VTC lamenta la decisión de las administraciones de "restringir las opciones de movilidad y el derecho a la libertad de empresa de Cabify" a través de esta normativa, que Cabify tilda de tener carácter "contrario al interés general y de la ciudadanía, así como su inconstitucionalidad", y por lo tanto confía en que este decreto ley acabe siendo declarado nulo por los tribunales en un futuro próximo. En caso de que no se anule el decreto, Cabify amenaza con "volver a plantearse su continuidad en Catalunya".