El Banco Central Europeo (BCE) todavía no se atreve a sorprender. Tras la nueva oleada de nerviosismo y volátil tranquilidad depositada en la sesión de este jueves, los tipos de interés se han mantenido inamovibles en su sillón del 0%. Tan históricos como en los últimos seis meses, siendo los más bajos que ha conocido nunca la moneda única de la Unión Europea (UE). Tampoco se han movido el tipo marginal de crédito que seguirá al 0,25% y el tipo aplicado a la facilidad de depósito bancario que persiste en su negatividad con el -0,4%. 

Más novedades: el programa de compra de deuda pública y privada de hasta 80.000 millones mensuales se mantendrá intacto hasta el marzo de 2015 "o hasta una fecha posterior si fuera necesario". Y esta necesidad depende de que la inflación cumpla o no su objetivo que está por debajo del 2%. Por su parte, el programa de compra de deuda corporativa está en marcha desde junio.

Y por si alguien espera todavía más sorpresas, la entidad monetaria europea presidida por Mario Draghi ha dejado claras sus previsiones: "mantener los tipos de interés oficiales en los niveles actuales, o en niveles inferiores, durante un período prolongado que superará con creces los horizontes de nuestras compras netas de activos". 

Una política monetaria "efectiva"

A pesar de que en esta ocasión, los analistas tenían más dudas acerca de lo que sucedería en esta sesión del BCE, al final se ha cerrado sin sorpresas. Mismas tasas de interés oficiales, mismas medidas de estímulo monetario, misma confianza en que su programa de deuda pública y privada tenga recorrido en los próximos meses. Síntoma que cuando las cosas funcionan es mejor no tocarlas o muestra quizás de que todavía es pronto para emprender nuevos caminos.

En el mundo macroeconómico, las expectativas son siempre fundamentales. Por ello, no es de extrañar que Draghi haya enfatizado que su política monetaria es "efectiva". Y que "los tipos de interés tienen que ser bajos hoy para poder ser altos mañana." Lo que no debería de servir de excusa, según Draghi, para las entidades bancarias en su afán de justificar sus problemas. Y es que "los tipos de interés no afectan a la capacidad de prestar", ha añadido. 

En busca de munición

Pero a la espera de que se sigan implementando nuevas medidas, el banquero italiano ha reiterado también que sigue buscando nueva munición, sin atreverse todavía a poner cruces en el calendario.  "Y en caso de que sea necesario, actuaremos con todos los instrumentos disponibles durante el mandato." Y para los escépticos: "No hay dudas acerca de la voluntad y la capacidad de actuar y la habilidad por conseguirlo."

Por otro lado, también ha instado a los países miembros de la Eurozona a implementar "reformas fiscales que apoyen la recuperación económica manteniéndose de acorde con las reglas fiscales de la UE". El dardo ha tenido a Alemania como destinatario de honor ya que todavía "cuenta con espacio fiscal". Y es que saber compaginar las políticas monetarias comunes con las políticas fiscales de cada miembro es todavía hoy uno de los grandes retos de esta unión. 

Por el momento, el crecimiento y la inflación de la eurozona siguen debilitados. En su intento de reanimar la economía, el BCE se ha dejado gran parte del arsenal pero todavía va en busca de más munición. Solo falta que Draghi elija cuando actuar. Algo que según los analistas financieros podría ser cuestión de meses hasta el punto de adornar la navidad de estímulos monetarios.