Barcelona se ha convertido temporalmente en la sede mundial de la Economía del Bien Común coincidiendo con la Reunión Internacional de Delegados del movimiento que se prolongará durante tres días y que contará con la presencia de los máximos representantes del movimiento procedentes de la Unión Europea y América Latina. 

La economía del Bien Común, que ha sido impulsada por el profesor austríaco Christian Felber, introduce un "nuevo modelo económico de mercado ético". Más allá de la dicotomía entre capitalismo y comunismo y mucho más allá del modelo actual basado en maximizar el beneficio individual, su enfoque pasa por reorientar la economía al servicio del bien común y de la sociedad.  

"Un pequeño jardín arrinconado"

"No queremos que la economía del bien común sea un pequeño jardín arrinconado", ha asegurado el tinent d'alcalde del Ajuntament de Barcelona, Gerardo Pisarello durante el acto de inauguración organizado por las asociaciones catalana y española del Fomento de la Economía del Bien Común, junto con el apoyo de la Universitat de Barcelona (UB). Por ello, Pisarello ha instado a los agentes privados a "asumir los principios del movimiento."

Por su parte, el secretario d'Afers Socials i Famílies del Departament de Treball, Francesc Iglesias ha augurado que "este campo de energía va a ser más grande" ya que considera que la economía del bien común ha venido para quedarse, sin renegar del mercado y convirtiéndose en síntesis de una gran variedad de movimientos. Desde la economía social y solidaria hasta la banca ética, pasando por el cooperativismo, entre muchos otros. 

Buenas sensaciones más allá de Austria

Felber, quien se ha atrevido a hablar en catalán, ha recordado que la economía del bien común "no ha sido así desde el principio" y ha contado con grandes barreras pero gracias al esfuerzo y al entusiasmo desatado, ha conseguido alcanzar "una sensación óptima" que cuenta con el respaldo de más de 2000 empresas. De ahora en adelante, Felber ha abogado por canalizar la ansiedad y el anhelo de un "cambio profundo y sistémico", tanto a nivel social y económico como político. 

En Catalunya ya existe desde 2014 un núcleo promotor que materializa la voluntad de fomentar e implantar la Economía del bien Común mediante un espacio de participación plural donde el modelo económico está impregnado de valores éticos. Y buena prueba de ello es que Barcelona, más allá de las fronteras de Austria que son la cuna del movimiento,  se ha convertido en la primera ciudad que organiza una reunión de este calibre para potenciar alianzas y difundir la iniciativa desde un enfoque local-global. 

8 medidas de transformación

El pasado 17 de junio, se presentó al Comité Económico-Social Europeo (CESE) un documento con 8 medidas para "favorecer la transformación del mercado europeo en un mercado ético" que contribuya al bienestar de la ciudadanía y el bien común. 

  • "Balance del Bien Común": medición de la contribución al bien común de las empresas
  •  Etiquetado Ético: identificar "la huella ecológica y social" en los productos con su correspondiente cumplimiento de los derechos humanos y laborales
  • Compra pública ética: favorecer las empresas con mayor contribución al bien común en los procedimientos de compra pública
  • Mercado ético interno en la UE: favorecer a las empresas que contribuyen al bien común mediante las políticas fiscales, el apoyo a la innovación social y las estrategias de promoción
  • Consumo ético: políticas y estrategias públicas orientadas al consumo ético y responsable mediante una mejora de la información del etiquetado ético así como el fomento de políticas fiscales y acciones educativas y de divulgación.
  • Emprendimiento por el bien común: orientar las políticas de apoyo a los emprendedores mediante la filosofía del bien común para que se aporte valor y cohesión social.
  • Banca ética: creación de una red de banca ética europea.
  • Bolsa del Bien Común: creación de un mercado de valores donde solo se incluyen empresas con contribución al bien común a la vez que se facilita la inversión ética.