El Gobierno español, a través de su fondo de rescate bancario, el FROB, estudia ya la fusión de las nacionalizadas Bankia y Banco Mare Nostrum (BMN), un gigante que tendría más de 2.500 oficinas y 17.350 empleados en el conjunto de España, con el objetivo de recuperar la mayor parte de las ayudas públicas. "A fecha de hoy, se trata exclusivamente de una actuación de estudio sin que, hasta el momento, se haya tomado decisión alguna para que la mencionada transacción se lleve a cabo. De tomarse alguna decisión, se realizaría el correspondiente anuncio", ha señalado Bankia en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

De esta forma, BFA, la matriz de Bankia, ha confirmado que el FROB está estudiando, entre las distintas alternativas para las entidades en manos del Estado, su fusión con BMN. Aunque dicha decisión, la tendrá que adoptar el nuevo Gobierno y no uno en funciones. En todo caso, se trataría previsiblemente, de una absorción, dado el tamaño de Bankia, cuyos activos superaban 203.500 millones a cierre de junio, frente a poco más de 40.600 millones de BMN. A todo ello faltaría también el visto bueno de la Comisión Europea.

Además, teniendo en cuenta que Bankia es el resultado de la fusión de Caja Madrid, Bancaja y otras cinco cajas más, su volumen de créditos ronda 116.500 millones, muy superior a los cerca de 23.500 millones de BMN, fruto de la unión de Caja Murcia, Caja Granada y la balear Sa Nostra.

Todo por los accionistas

La entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri ha precisado que cualquier posible operación de integración "se realizará con la finalidad de maximizar el valor del grupo" para todos sus accionistas, entre ellos el Estado, y optimizar la capacidad de las ayudas públicas.

De llegar a buen puerto la fusión, el nuevo banco atesoraría más de 130.000 millones de euros en depósitos y su morosidad rondaría el 10 %, teniendo en cuenta que la de Bankia era del 9,8 % a cierre de junio y la de BMN del 10,8 %.