Los tipos de interés negativos fruto de la política monetaria expansiva en la eurozona "está matando" al negocio bancario. Así de contundente se ha mostrado el presidente de BBVA, Francisco González durante su intervención en el Instituto de Finanzas Internacional (IIF). Justo antes ya había advertido que "Europa está en una especie de trampa", por lo que "tiene que hacer algo para tener mayor potencial de crecimiento".

Una percepción que ha compartido, dejando de lado el tono alarmista, la presidenta del Banco Santander, Ana Botín quien ha explicado las dificultades que está sufriendo el negocio bancario dados los tipos de interés actuales. Si no se cubre el coste del capital y por lo tanto se debilita su rentabilidad, el negocio bancario no consigue funcionar correctamente. 
 

"Ser un banco europeo no es tarea sencilla"

A pesar de que González no ha querido sacar méritos a la voluntad de coordinación del organismo central asegurando que "ser un banco europeo no es una tarea sencilla. En absoluto", ha incidido nuevamente en que no existe "margen" para una mayor expansión en la política monetaria del BCE más allá de fijar el precio del dinero oficial en un 0%. 

Y en ese sentido, el presidente del BBVA ha abogado por acometer nuevas reformas estructurales, siendo Alemania quien "tome el testigo" y lidere las nuevas medidas. De ahora en delante, ha explicado Gónzalez, la banca todavía afronta el reto de terminar las normas inacabadas de regulación que generarán un fuerte impacto en el sector financiero durante los próximos meses. 

Nuevas "reglas de juego"

La tecnología también está alterando las "reglas del juego" del sistema financiero tanto a medio como a largo plazo y por ello, González aboga por "ir cambiando gradualmente el modelo para orientarse más hacia el cliente." Esto no solo favorece a los clientes sino que también amplía el crédito global hacia la economía. 

"Si combinamos la flexibilidad, con la capacidad de cumplir las normas y la confianza de los clientes, generaremos más capital y seremos más atractivos que las fintech", ha segurado Botin. Se trata de cumplir con los supervisores y ganarse la confianza de la "masa crítica" para afrontar la dura competencia que plantean las nuevas compañías tecnológicas que todavía están en proceso de ser reguladas. 

La otra cara de la moneda

La jefa de supervisión del Banco Central Europeo (BCE), Daniéle Nouy ha asegurado que comparte la preocupación de los bancos debido a la presión sobre sus márgenes pero no ha querido perder la oportunidad de mostrar la otra cara de la moneda. 

En su defensa de la política expansiva aplicada, considera que los niveles de precio del dinero también ayudan a las familias y a als empresas a pagar los créditos concedidos por estas entidades. Y precisamente en este sentido, ha recordado que algunos bancos tienen la "presión adicional" de que parte de su cartera de crédito resulta impagada ante las dificultades económicas. Su solución pasa para combatir los tipos bajos pasa por una mayor eficiencia de la mano de la digitalización.