"El ajuste de los modelos de negocio es el mayor reto que afrontan los bancos europeos", ha asegurado la presidenta del consejo de supervisión del Banco Central Europeo (BCE), Danièle Nouy. En su informe anual de supervisión a los bancos de la zona euro, Nouy ha añadido además que este reto implica resolver los "riesgos de crédito y elevados niveles de préstamos problemáticos". Mirando hacia atrás y tras la crisis financiera, "era necesario" llevar a cabo la supervisión y regulación del sector bancario, que a pesar de ello, ha sufrido recientes episodios de volatilidad en los mercados de valores y fuertes bajadas de sus acciones. El debate entre regular o desregular sigue más presente que nunca. 

Volatilidad y caídas son síntomas que revelan la incertidumbre de los inversores respecto a la rentabilidad de los bancos. Y por ello, en aras de una mayor rentabilidad existe la oportunidad de ajustar los modelos de negocio bancarios, dados los bajos tipos, los créditos problemáticos, el debilitamiento de la economía global, el paso cada vez menos firme de las economías emergentes y la caída de los precios del crudo. 

Por otro lado, Nouy ha querido avalar su gestión, reiterando que "los bancos europeos se han vuelto más resistentes durante los últimos años al incrementar significativamente sus ratios de capital". Cierto es que desde 2012, el capital de máxima calidad sobre los activos de riesgo (CET1) de los bancos europeos ha subido un 4% hasta alcanzar el 13%. Por último, Nouy ha asegurado que tutelaran este ajuste porque "contribuimos a la seguridad y la solidez de las entidades de crédito y a la estabilidad del sistema financiero". Todavía no se ha alcanzado el objetivo, pero cada vez está más cerca. Ajustarse o desajustarse. 

Fotografía de Reuters