Banco Santander ha obtenido un beneficio neto de 2.911 millones en el primer semestre del año, lo que supone una caída interanual del 31,7% arrastrada tanto por los tipos de cambio y los costes de reestructuración, como por la aportación de 120 millones al fondo de Resolución Europeo y la ausencia del ingreso extraordinario de 835 millones obtenido en Brasil durante el anterior ejercicio. 

Durante la presentación de resultados, el consejero delegado del Banco Santander, José Antonio Álvarez, no ha hecho solo una interpretación económica del balance de la entidad sino que también ha llevado a cabo una lectura política acerca de la incertidumbre en España. Y en este sentido, se ha sumado a la oleada de agentes económicos que tras siete meses, siguen pidiendo un gobierno "estable" que pueda ejecutar medidas "en el periodo más corto posible". 

Más concretamente, Álvarez considera que la falta de gobierno no ha influido demasiado en la evolución de una economía con "más luces que sombras" pero que sin embargo, una incertidumbre prolongada podría "cambiar las cosas" como por ejemplo, seguir retrasando las decisiones de inversión.  

"Situar el déficit en una senda sostenible"

Profundizando todavía un poco más en una lectura a caballo entre la política y la economía, Álvarez ha reiterado que la prioridad para España debería ser "situar el déficit en una senda sostenible" por debajo del 3%. Y además, hacerlo sin dañar "la recuperación económica fuerte y sostenida que estamos teniendo".

Por el momento, Bruselas ya ha cancelado la multa por incumplimiento del objetivo de déficit de España en 2015. Pero lo barato puede acabar saliendo caro, ya que la CE ha establecido nuevas condiciones con objetivos del 4,6% del PIB para este año, el 3,1% en 2017 y el 2,2% en 2018. 

Y a pesar del "gran trabajo" que Álvarez considera que España ha hecho en cuanto al déficit, también tiene claro que todavía supone "un tema de fondo" y uno de los principales problemas del país junto al desempleo. 

Más beneficio en España

En un entorno macroeconómico y bancario fuertemente complejo, la entidad presidida por Ana Botín ha optado por fortalecer su negocio en España, donde el Banco Santander ha ganado 616 millones, un 8% más que el año pasado tras un recorte del 2,5% de los créditos hasta los 157.337 millones y un descenso del 3,7% en los depósitos de clientela y fondos de inversión que han cerrado el semestre con 218.687 millones. 

Cabe concretar que el 57% del beneficio de la entidad se ha logrado en Europa mientras que el 43% restante en América. Por países, España ha aportado un 15% del total y tan solo ha sido superada por el 19% del Brasil y el 20% del Reino Unido, donde el Banco Santander tiene una de sus franquicias más fuertes. De este modo y a pesar de que las ganancias en este país han bajado un 17,1% hasta quedarse en 843 millones, Álvarez ha querido despejar dudas tras el Brexit y ha ratificado su compromiso con la economía y los clientes del Reino Unido. 


Más calidad y menos morosidad

Volviendo a los indicadores de mayor interés bancario, la entidad ha cerrado el semestre con una ratio de capital de máxima calidad CET 1 del 12,32%, una cifra que supera el mínimo requerido para 2016 del 9,75%, mientras que el capital CET 1 "fully loaded" en línea con los requerimientos de Basilea III ha alcanzado el 10,36%, frente al 9,83% del año anterior. 

Por otra parte, el crédito neto a la clientela se ha reducido el 2% hasta alcanzar los 783.457 millones, mientras que los depósitos a clientes han caído un 2,3% interanual y se han quedado con 671.903 millones.

También ha disminuido la ratio de morosidad, que ha pasado del 4,64% registrado en el anterior ejercicio al 4,29% actual, a la vez que la ratio de cobertura para insolvencias ha mejorado del 60,5% al 72,5%.