El Banco de España ha alertado este miércoles de que la evolución de los precios de los alimentos está sujeto a una "incertidumbre elevada". "Si bien las previsiones disponibles apuntan a una cierta tendencia a la baja en los próximos años, la continuación del conflicto derivado de la invasión rusa de Ucrania seguiría ejerciendo presiones alcistas", ha apuntado a la entidad en una nota. Asimismo, reconoce que esta tendencia al encarecimiento se está notando más en el Estado que en el resto de la Unión Europea, especialmente en productos como el aceite. A pesar de todo, el supervisor español apunta que la política agraria común (PAC) que se aplica desde hace décadas protege en los estados miembros de las "perturbaciones globales" en un elemento tan básico como los alimentos.

Más allá de la guerra en el este del continente, el Banco de España observa otros riesgos que pueden tensar todavía más el mercado alimentario global. Es el caso de los contratiempos climáticos, que según apunta la entidad podría motivar en algunos países productores a "prohibir o imponer restricciones" en las exportaciones de algunas materias primas alimentarias. Este hecho puede conducir en un "tensionamiento adicional" de las cadenas globales de suministro de los alimentos, con el potencial de generar "aumentos adicionales muy persistentes de los precios internacionales". Por otra parte, el organismo que dirige Pablo Hernández de Cos indica que el incremento de los precios de la energía y de los fertilizantes que ha provocado la guerra también condiciona de forma "crucial" las actividades agrícolas, muy dependientes de los combustibles y de algunos productos químicos.

Según el Banco de España, estos factores están detrás del alza de precios que ya se está notando en los supermercados, especialmente en nuestra casa, donde los alimentos se han encarecido más que en el resto de la UE. Así, los cálculos del banco señalan que en junio, el precio del aceite en la zona euro aumentó un 29% interanual, y los cereales un 11%. En el caso de España, el precio del aceite se incrementó un 37% interanual y los cereales un 16%. "En España, los precios han aumentado de manera más notable desde principios del 2021", certifica el Banco de España.

Este aumento de los precios de los alimentos se trasladó a la inflación general, aportando 0,9 puntos porcentuales en la zona del euro entre septiembre de 2021 y mayo de 2022. En España, los alimentos sumaron 1,4 puntos porcentuales a la inflación en este periodo, una aportación que se disparó hasta los 2,9 puntos en el caso de los datos de junio. Los modelos utilizados por el Banco de España apuntan en el hecho que un aumento puntual del precio de las materias primas alimenticias del 10% supone un incremento de la tasa de inflación general interanual en la zona del euro de tres décimas al cabo de un año, a medida que productores y vendedores absorben y repercuten este coste a los consumidores.

El papel de la PAC

Sin embargo, el Banco de España destaca que hay elementos que protegen Europa de esta tendencia global. Es el caso de la Política Agrícola Comuna (PAC), que en el suyo parar "amortigua" la transmisión de las perturbaciones en los mercados globales en el continente. En este sentido, argumenta que los precios de referencia de las materias primas alimentarias a la UE se han situado en rangos de variación históricos más moderados que los de los precios internacionales, cosa que se observa con particular claridad en los lácteos y huevos o en el azúcar.