Un análisis publicado este miércoles por el Banco de España constata la ralentización de la recuperación económica en España después de los múltiples rebrotes y el desplome de turistas extranjeros. Con estos datos, el organismo prevé que el conjunto de la actividad económica sufrirá una caída de entre el 10,5% y el 12,6% este año, dependiendo de la evolución sanitaria de la crisis del coronavirus y de las restricciones que se implementen en los próximos meses. 

En cualquier caso, las previsiones empeoran las realizadas por el BdE a comienzos de verano y pronostica que los niveles de PIB prepandemia no se recuperarán ni siquiera en 2022. De los tres escenarios que preveía entonces ha descartado el de recuperación temprana, descartando también el de mayor riesgo porque no prevé un nuevo confinamiento generalizado, aunque no descarta esa posibilidad por completo. Para el tercer trimestre, calcula un repunte del PIB de entre el 13 y 16,6%.

Dos escenarios marcados por las restricciones

Así lo precisa en su informe económico publicado este miércoles con el título de Proyecciones macroeconómicas de la economía española (2020-2022). El supervisor financiero realiza un ejercicio de previsión basado en dos escenarios diferentes que aun prevén una solución médica efectiva (tratamiento o vacuna) a partir de la segunda mitad de 2021.

Al final de 2022, la entidad calcula que el nivel del PIB se situará unos 2 puntos porcentuales por debajo del nivel previo a la crisis en el escenario uno y será algo más de 6 puntos inferior en el escenario dos. El primer escenario contempla la aparición de rebrotes que solo requerirían medidas de contención limitadas geográfica y sectorialmente, con una incidencia mayor en el ocio y la hostelería, mientras que el segundo asume medidas más drásticas, que afectarían a más actividades del sector servicios y limitarían el dinamismo del resto de ramas productivas.

En el escenario uno, el PIB se contraería el 10,5% en 2020, caída que se ampliaría hasta el 12,6% en el escenario dos, en línea con el 11,6% que la entidad preveía en su escenario central de junio. La recuperación de la segunda mitad de este año ejercería un efecto arrastre positivo sobre el crecimiento del PIB en 2021, que alcanzaría el 7,3% en el escenario uno y se quedaría en el 4,1% en el escenario dos, en ambos casos por debajo del 9,1% previsto en junio.

Los avances serán más modestos en 2022, de entre el 1,9% y el 3,3%, cuando en junio la recuperación gradual se situaba en el 2,1%. Ninguno de los dos escenarios contempla el efecto positivo "potencialmente relevante" que sobre el PIB tendrán los fondos europeos de hasta 140.000 millones de euros previstos para España, porque se desconocen los detalles en cuanto a la magnitud, el destino y la distribución temporal de esos recursos.

El mercado laboral, el déficit y la deuda pública

El total de horas trabajadas descenderá más que el PIB en 2020, el 11,9% en el escenario uno y el 14,1% en el dos, con la previsión de que al final de 2022 todavía estén por debajo de las que se hacían antes de la pandemia, entre un 4,5% y un 8,3%, respectivamente. La tasa de paro aumentaría significativamente en 2020, hasta el 17, % en el escenario uno y hasta el 18,6 % en el dos, y también en 2021, hasta una horquilla entre el 19,4 y 22,1%, para empezar a descender ligeramente en 2022, hasta entre el 18,2 y el 20,2%.

El déficit de las Administraciones Públicas escalará en 2020 a un nivel de entre el 10,8 y el 12,1% del PIB en cada uno de los dos escenarios considerados, ratios que disminuirían en 2021 y se situarían al final del horizonte de proyección entre el 5,8 y el 8,2% del PIB. La deuda pública llegaría en 2020 al 116,8% del PIB en el escenario uno y al 120, % en el dos, en tanto que continuaría aumentando en los dos años siguientes hasta entre el 118 y el 128,7% del PIB al cierre de 2022.

 

Imagen principal: Fachada del Banco de España. Foto: Efe/Chema Moya/Archivo