La política se ha colado una vez más en la junta general de accionistas del Banco Sabadell. Este año, sin embargo, con un poco más de fuerza. El presidente de Banc Sabadell, Josep Oliu, ha querido dejar claro desde desde el principio que él no ha hablado del procés. "Yo no he hablado nunca de política o de independencia". Ahora bien, ante la insistencia de algunos accionistas minoritarios, ha aclarado que sí que ha hablado de lo que la entidad bancaria puede llegar a hacer y qué amenazas puede llegar a tener.

Junta accionistes

"El Banc no tiene ninguna intención de cambiar de sede", ha asegurado Oliu justo antes de matizar que "tampoco creo que haya ninguna amenaza a corto plazo que nos obligue a hacer las maletas". De esta forma, ha reiterado la postura defendida durante la presentación de resultados de 2016 cuando quiso cerrar la polémica ocasionada al anunciar que el Banc Sabadell podría trasladar su domicilio social sin necesidad que esta decisión pasara por junta general. Sin embargo, ha hecho pública su disconformidad con las informaciones publicadas en los medios. 

En este sentido, también ha añadido que ante "las amenazas" de algunas autoridades con respecto a "una hipotética situación de salida del euro", Banc Sabadell velará por mantenerse en "igualdad de condiciones" respecto a la competitividad con el resto de bancos españoles. En su opinión, la posibilidad de cambiar de sede es "una garantía" por si se materializa alguna amenaza. Pero, de momento, "no tenemos intención de hacer nada. No hay las condiciones", ha reiterado.

Un dividendo de 0,05 euros por acción

Volviendo a la actividad puramente económica y financiera, la junta de accionistas correspondiente al ejercicio 2016 ha aprobado la cuenta de resultados así como un dividendo con cargo al beneficio neto, totalmente en efectivo, de 0,05 euros por acción, de los cuales 0,02 euros ya fueron abonados el pasado 30 de diciembre como dividendo por anticipado y 0,03 euros que serán abonados el próximo 7 de abril. "Este año hemos dado un dividendo en caja. Nos ha parecido que era la mejor forma y lo hemos presentado como la normalización", ha explicado Oliu de acuerdo con los peticiones de que así fuera por parte de clientes e inversores institucionales.

El 2016 ha sido el último año del Plan Triple basado en rentabilidad, transformación e internacionalización. Un año que ha cerrado con un beneficio neto de 710 millones de euros, un 0,3% más que el 2015, después de realizar dotaciones extraordinarias por 1.427 millones. Una cifra que incluye la provisión por cláusulas suelo. Una vez más, Oliu ha defendido la transparencia contractual de sus cláusulas y ha recordado que ya hay constituidas unas dotaciones de 410 millones para cubrir "todas los peores contingencias" en su defensa del accionista pero también del cliente.