Aguas de Barcelona y la Confederación de Asociaciones Vecinales de Catalunya (CONFAVC), junto con tres de los ayuntamientos participantes (Gavà, Sant Feliu de Llobregat y Viladecans), han hecho balance, en un acto en Barcelona, de los cerca de seis años de colaboración en el proyecto 'A-porta, acompañando puerta a puerta'. El programa de empoderamiento vecinal A-porta, impulsado por la CONFAVC, ha llegado ya a 21 barrios de 12 municipios del área metropolitana de Barcelona, de Tarragona y Reus para ofrecer apoyo y recursos al vecindario a través de los más de 110 picapuertas, personas que viven en el barrio y que informan los vecinos y vecinas sobre aquellos aspectos de que pueden promover la mejora de su calidad de vida.

Al acto, que ha contado con la presencia de los equipos de picaportes de los municipios donde se despliega el proyecto actualmente, han asistido Jordi Giró, presidente de la CONFAVC; Felipe Campos, consejero delegado de Aguas de Barcelona; Gemma Bahía, alcaldesa de Gavà; Oriol Bossa, alcalde de Sant Feliu de Llobregat, y Gisela Navarro, segunda teniente de alcalde de Acción Comunitaria y Políticas de Igualdad del Ayuntamiento de Viladecans. Felipe Campos ha destacado que A-porta "es un ejemplo de trabajo en red desde la base, el barrio, a partir del trabajo de los picaportes". "Es también un trabajo en red institucional, que demuestra cómo la colaboración conjunta entre empresas como Aguas de Barcelona, entidades como la CONFAVC y ayuntamientos puede generar proyectos que mejoran la calidad de vida de las personas, dignifican los barrios y rompen con el aislamiento social", ha añadido Felipe Campos. Por su parte, Jordi Giró ha subrayado que "el A-puerta es la suma y cohesión de los vecinos y vecinas, de la sensibilidad de los municipios y de Aguas de Barcelona, quien no solamente colabora sino que se implica, siempre para no dejar a nadie atrás." Y ha reconocido el trabajo de los picaportes, "quiénes son la verdadera alma del programa".

Según los datos de la CONFAVC, desde 2016 el proyecto 'A-porta, acompañando puerta a puerta' ha contado con 110 picapuertas y ha llegado a 22.122 personas de 21 barrios de 12 municipios catalanes. Los diferentes equipos de picaportes han visitado 14.423 hogares de todo Catalunya y han hecho 7.375 entrevistas además de 10.000 personas que les han abierto la puerta. A través del programa A-porta, un grupo de personas carismáticas de los barrios se convierten en picaportes, vecinas y vecinos que, en coordinación con servicios sociales y desde la relación de confianza, visitan a todas y cada una de los hogares del barrio para detectar situaciones de vulnerabilidad y soledad no deseada e informar de los mecanismos y ayudas que ofrecen las administraciones y otras entidades, como Aguas de Barcelona, a través de las tarifas sociales y bonificaciones.

El programa, inspirado en el proyecto francés Voisin Malin, se inició el año 2016 en el barrio de Ciudad Meridiana de Barcelona, y posteriormente, se ha desplegado en otros barrios de la ciudad y una decena de municipios de Catalunya como Sant Feliu de Llobregat, Gavà, Sabadell, Mataró, Tarragona, Reus, Santa Coloma de Gramenet y Viladecans, con el objetivo de detectar situaciones de vulnerabilidad, asesorar personas mayores que se encuentra sola y fomentar la convivencia y el civismo. Aguas de Barcelona se sumó al programa proyecto A-porta el año 2016. Desde entonces, gracias al apoyo de la compañía, el proyecto se ha desplegado en 10 de los 21 barrios: Ciudad Meridiana, Torre Baró y Vallbona de Barcelona; los barrios de la Montserratina y la Unió de Viladecans; Ausiàs March, Ca n'Espinós, Les Ferreres i Pisos del Congreso de Gavà, y Can Calders de Sant Feliu de Llobregat.

Picapuertas, clave para llegar a los hogares

Una de las claves del éxito del programa son los picapuertas, personas formadas en el programa que consiguen llegar a la puerta de casa de los vecinos, escucharlos, detectar las necesidades y asesorarlos para intentar mejorar su calidad de vida. Los equipos de picapuertas, un 90% mujeres, están formados por aproximadamente 8 vecinas y vecinos del barrio, personas vinculadas a las asociaciones o entidades del territorio y que son un reflejo de la diversidad del territorio. Durante las visitas a los hogares, los picapuertas informan y acompañan los vecinos en términos de pobreza energética, acceso a derechos sociales, soledad no deseada de las personas mayores, mujeres e igualdad, aislamiento social no deseado, búsqueda de trabajo, gestión de residuos, convivencia y civismo, etc. En el marco del proyecto, las personas picapuertas también tienen la oportunidad de mejorar su situación laboral, ya que son formadas, contratadas y coordinadas para hacer el asesoramiento vecinal. Por término medio, cada picapuerta visita unas 40 viviendas en el mes y hace unas 10 entrevistas.