El último Barómetro de economía circular de la empresa catalana pone de relieve las carencias que los empresarios catalanes encuentran en la implementación de este concepto. El estudio, elaborado por la Comisión de Economía y Sostenibilidad del Colegio de Economistas de Catalunya, el Departament de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat de Catalunya, Pimec, Foment del Treball Nacional y la Cátedra de Economía Circular y Sostenibilidad del Tecnocampus Mataró-Maresme, tiene el objetivo de valorar el grado de conocimiento e implementación de la economía circular en el conjunto de las empresas de Catalunya.

¿Un concepto conocido?

En el barómetro se ha consultado en primer lugar como perciben las empresas que es la economía circular. La mayoría considera que tiene un conocimiento medio-alto sobre el concepto de economía circular. Por otra parte, si bien no hay una respuesta unánime en relación con lo que las empresas entienden por economía circular, la mayoría relaciona el concepto con la reducción de residuos, la reutilización y la extensión de vida y el reciclaje. Una conclusión en la misma línea de lo que apuntaron la mayoría de las empresas en la primera edición del barómetro. Con respecto a la urgencia de la transición hacia la economía circular, un 60% de las empresas encuestadas cree que la transición hacia la economía circular es urgente, de manera muy transversal entre las empresas pequeñas, medias y grandes. En la encuesta del año 2020, realizada entonces sobre 184 empresas, esta cifra fue de un 72%.

La economía circular tiene una cierta influencia en la definición de la estrategia de la empresa en un 45% de los casos. Esta influencia llega a ser fuerte en otro 38% de las empresas. Sólo un 16% de las empresas considera que la economía circular no tiene ninguna influencia en el momento de definir su estrategia. Esta influencia es dispar según el tamaño. Así, el 50% de las empresas grandes considera que la influencia es fuerte, mientras que la proporción baja al 33% en el caso de las empresas más pequeñas, de una a nueve personas trabajadoras. En relación con los motivos más relevantes para hacer la transición hacia la economía circular, la mayoría apunta a la reducción de los riesgos ambientales, la dependencia de materiales y el ahorro de costes. Estos motivos, expresados en los resultados de la encuesta del año 2022, representan un cambio respecto de los motivos expresados a la encuesta del año 2020, cuando se consideraban más importantes la reputación corporativa y responder a las necesidades de los clientes.

La primera edición del Barómetro de economía circular de la empresa catalana de 2020 coincidió con un año complejo marcado por la covid-19, mientras que la edición del Barómetro de 2022 ha coincidido con un escenario también complejo con el incremento de los precios energéticos, de materias primas así como muchos problemas en la cadena de suministro a causa de una contracción de la oferta. Además, el escenario económico se ha agravado por la guerra de Ucrania desde febrero de 2022, coincidiendo con el periodo de realización de la encuesta. La situación económica derivada de este contexto, restricciones energéticas, déficit de recursos, además de la alerta sobre la crisis alimentaria, ha favorecido hacia un escenario de grandes incertidumbres para las empresas, con amenazas mundiales que nos han llevado a un contexto económico muy diferente. Con todo, los resultados de la segunda edición del barómetro parecen evidenciar las tensiones de los sectores económicos sobre las dificultades y las oportunidades de facilitar la transición ecológica.

El barómetro se ha realizado por medio de una encuesta realizada entre en febrero y en abril de 2022 entre un total de 204 empresas de los sectores industrial, construcción y terciario a partir de una persona trabajadora y de menos de un millón de euros de facturación. La Comisión de Economía y Sostenibilidad del Colegio de Economistas de Catalunya ha analizado los datos de la encuesta que Pimec y Foment del Treball Nacional han trasladado entre sus asociados. El Departament de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural lo ha trasladado entre las asociaciones empresariales y las empresas adheridas al Observatorio de Economía Circular y otras entidades colaboradoras. La Cátedra de Economía Circular y Sostenibilidad del Tecnocampus Mataró-Maresme han hecho el tratamiento de los datos y participado en el análisis.

¿Falta de inversión?

El barómetro también consulta por las iniciativas realizadas por las empresas encuestadas en la implantación de la economía circular. De la misma manera que en la encuesta del año 2020, la dimensión de la empresa sigue teniendo bastante influencia a la hora de impulsar iniciativas en la economía circular. Las empresas mayores también parecen más activas el año 2022. En general, las iniciativas de economía circular que se han llevado a cabo se centran en el reciclaje, en la mejora de la eficiencia del uso de los recursos y en su recuperación. Por el contrario, las iniciativas vinculadas a la integración de la reforma y remanufactura de los productos y a la servitización se consideran más difíciles de abordar. Igualmente, las empresas vinculan el progreso en la economía circular con la mejora de la eficiencia de procesos dentro de la cadena de suministro. Las empresas grandes ponen énfasis en la valorización de los residuos y en la incorporación y adquisición de materias primas renovables. Por el contrario, las empresas más pequeñas indican tener dificultades para influir y aumentar la capacidad de valoración de los residuos. La aplicación de métricas para evaluar el impacto dentro de la empresa de sus propias iniciativas en economía circular sigue siendo un tema con un fuerte espacio de mejora, especialmente en las empresas pequeñas que no tienen tan integrada la economía circular en la estrategia de la empresa. La evaluación del impacto de las iniciativas de economía circular se ha reducido en los resultados de la encuesta de 2022 en relación con los resultados de la encuesta del año 2020.

Aunque el porcentaje de empresas que afirman haber realizado inversiones para la implantación de la economía circular los últimos años ha disminuido en relación con los resultados del año 2020, sigue habiendo una gran convicción de que, para ir hacia la economía circular, hay que hacer inversiones. Más de una tercera parte de las empresas que han hecho inversiones afirman haber recibido ayudas. El grado de conocimiento sobre las ayudas disponibles continúa, al igual que el año 2020, con posibilidades de mejora. En este sentido, de acuerdo con las empresas encuestadas, el sistema financiero es sensible a los temas de economía circular y se considera que, en general, este hecho ayuda a la obtención de financiación.