El Departamento de Empresa y Conocimiento ha ampliado con 1,3 millones de euros la línea de ayudas directas para autónomos y empresas del sector del turismo de la Cerdanya y el Ripollès, una cifra que ahora superará los 3,5 millones de euros.

Tal como ha informado este viernes a la Generalitat, la Agencia Catalana de Turismo (ACT) repartirá los fondos entre los 422 beneficiarios de las ayudas, 204 de la Cerdanya y 218 del Ripollès, destinadas a paliar los efectos del cierre perimetral de estas comarcas a causa de los rebrotes de coronavirus en estas comarcas.

 

Ampliación de las ayudas del sector turístico

La línea fue abierta el 14 de enero, inicialmente dotada de 2.224.500 euros en ayudas para el sector. Desde entonces, la gran mayoría de autónomos y empresas del sector turístico situadas en estas comarcas ya han cobrado la subvención. Gracias a la ampliación de 1,3 millones anunciada hoy, el resto lo hará la semana que viene. Se estima que las ayudas oscilan entre los 1.500 y los 10.000 euros, en función del tipo del negocio beneficiario.

Según la conselleria, los receptores de las ayudas del sector se dividen así: un 67% son emprendidas de alojamiento turístico o explotadoras de viviendas de uso turístico, un 26% son establecimientos y actividades de interés turístico, un 4% son agencias de viajes y un 3% guías de turismo y montaña.

 

Ayudas por el sector de la restauración

Por otra parte, 889 autónomos y pymes del sector de la restauración de la Cerdanya y el Ripollès ya han cobrado esta semana las subvenciones de la línea de ayudas abierta el mismo día 14 de enero. Este fondo estuvo dotado de 1.961.500 euros, y de la misma manera que el sector turístico, tenía como objetivo ayudar a mantener la continuidad de los negocios de la zona, castigados por la crisis sanitaria. En este caso, las ayudas iban de los 1.500 a los 3.000 euros.

Estas ayudas fueron reclamadas urgentemente después de la decisión tomada el 22 de diciembre del año pasado de cerrar las dos comarcas gerundenses hasta el 6 de enero, una decisión que causó rabia e indignación para los alcaldes y los empresarios de la zona. Esta decisión exprés pilló a muchos negocios de la restauración "con las neveras llenas", agravando todavía más las pérdidas sufridas en el sector a lo largo del año pasado.

 

Foto principal: bar cerrado a Alp, municipio de la Cerdanya / ACN