El Real Madrid vive una de sus semanas más oscuras en lo que va de temporada. La goleada por 0-3 en San Mamés, que pareció un rayo de luz, quedó inmediatamente sepultada por un nuevo tropiezo frente al Celta en el Bernabéu. El 0-2 reflejó la realidad de un equipo sin reacción, sin rumbo y sin capacidad para competir con solvencia. Los gallegos dominaron el ritmo, anularon a los blancos y aprovecharon cada desajuste. El primer gol, una genialidad de Williot Swedberg, y el segundo, un contragolpe que dejó en el suelo a Thibaut Courtois, simbolizaron la caída libre del conjunto de Xabi Alonso.

Los números preocupan: cinco partidos sin ganar en los últimos siete, cuatro pinchazos en las últimas cinco jornadas de LaLiga, y un desplome que ha borrado la ventaja que el Madrid sacó tras el clásico. La imagen es aún peor que los resultados. El equipo aparece lento, sin intensidad, superado técnicamente y emocionalmente por rivales que juegan con más claridad y hambre.

El miércoles es la fecha límite para Xabi Alonso

En ese contexto, las miradas se dirigen inevitablemente a Xabi Alonso, cuyo proyecto se tambalea justo antes del examen más duro posible: recibir al Manchester City de Pep Guardiola en Champions. En el club, según distintas informaciones, se considera que ese partido será su última oportunidad. Tras la derrota contra el Celta, Florentino Pérez permaneció en el Bernabéu más tiempo del habitual, en una reunión de urgencia que alimentó aún más el clima de incertidumbre.

Pep Guardiola rueda de prensa Manchester City
Pep Guardiola

El nombre que más se escucha como posible recambio es el de Zinedine Zidane. El francés mantiene una relación privilegiada con el club y conoce la casa como nadie. De hecho, algunas fuentes apuntan a que ya se produjeron primeros contactos para tantear su disponibilidad ante un regreso inmediato. Sin embargo, aquí aparece el giro principal: Zidane tiene una propuesta mejor y un plan de futuro que lo aleja del banquillo blanco.

Zidane prefiere la Selección Francesa

La prioridad de Zizou siempre ha sido dirigir la Selección Francesa. Su idea es asumir el cargo cuando finalice la etapa de Didier Deschamps, una transición que podría producirse el próximo verano. Y, según versiones cercanas a su entorno, el técnico galo ya tendría sobre la mesa un compromiso verbal para ocupar el puesto cuando se produzca el relevo. Esa opción, más estable, más estratégica y más atractiva para su legado, pesa mucho más que un regreso de emergencia al Real Madrid en pleno caos.

Zinedine Zidane dirigiendo un partido del Real Madrid / Foto: EFE
Zinedine Zidane dirigiendo un partido del Real Madrid / Foto: EFE

A ello se suma otra cuestión decisiva: Zidane no está dispuesto a coger un equipo roto, con fisuras internas y sin posibilidad de incorporar los refuerzos inmediatos que él considera imprescindibles. El francés exige cambios profundos desde el primer día, pero Florentino Pérez no quiere invertir en el mercado invernal. Su hoja de ruta apunta al verano, no a soluciones urgentes. Y para entonces, el galo ya estará con la cabeza en otro destino.