El Barça está en crisis. Xavi Hernández pasa por su peor momento desde que aterrizó en la ciudad Condal como el gran salvador del conjunto blaugrana, que se encontraba sumido en la mediocridad tras la salida de Leo Messi y con Ronald Koeman a los mandos. El egarense resolvió la papeleta, lo que le valió para ganarse la confianza de Joan Laporta y de la afición y respondió con creces ganando una liga. Pero aquello tan solo fue un espejismo resuelto por las múltiples estrellas que aterrizaron en la ciudad Condal en el segundo mandato de Laporta.
En esta segunda temporada, completa, de Xavi, está saliendo a la luz la realidad. Al equipo blaugrana se le están viendo las costuras y no carbura. El FC Barcelona ha perdido esa identidad que tanto le caracteriza, ese ADN blaugrana, ese juego de toque vistoso, que consigue generar espacios, mover al rival y filtrar pases por dentro. Al contrario, el conjunto culé es lento, previsible y abusa de los centros laterales porque, una y otra vez, choca contra el mismo muro. Una situación que ha dejado a Xavi en el alambre.
Xavi se la juega ante el Oporto
El entrenador de Terrassa se la juega el martes ante el Oporto en la Champions League. Los catalanes arrastran dudas desde el Clásico ante el Real Madrid y, los pocos, partidos que han sacado adelante han sido por la mínima y dejando tras de sí muy malas sensaciones.
Así pues, una derrota o incluso un empate en el Estadi Olímpic Lluís Companys ante el campeón de Portugal destaparía la caja de Pandora en can Barça. A Xavi le queda cada vez menos crédito, después de la última jornada de LaLiga EA Sport ante el Rayo Vallecano, donde no pudieron pasar del empate.
Solo vale ganar, pero no de cualquier manera. Consciente de ello, el criticado entrenador del Barça dejará de lado las rotaciones, arengará a los suyos para arrasar al Oporto, y rezará todo lo que sepa para que todo salga de cara, de lo contrario, su cargo quedará a disposición de Joan Laporta, que ya estudia posibles sustitutos.
La guardia pretoriana de Xavi, al rescate
Para ello, se encomendará a sus escuderos para que le cambien la cara al equipo. Afortunadamente, para Xavi Hernández, recuperará a dos de sus principales puntales defensivos. Ronald Araujo y Jules Kounde no jugaron ningún minuto en el último partido, para darles descanso y no cargarlos para los momentos de la verdad.
Por otro lado, se espera que Marc André Ter Stegen esté totalmente recuperado de sus molestias lumbares, lo que dará mucha más seguridad y confianza en la línea defensiva, después de una actuación discreta por parte de Iñaki Peña. Estos tres jugadores, que serán titulares, permitirán conformar una alineación mucho más equilibrada y veterana que la del sábado anterior.
El cuarto en discordia será Sergi Roberto, de quien se espera que también reciba el alta. A pesar de estar relegado a un segundo plano, el de Reus se ha convertido en un capitán fuera del terreno de juego. Con su nuevo rol, el centrocampista insufla de moral a los suyos, utilizando su experiencia, y ayudando en todas las labores a su entrenador.