El FC Barcelona trabaja en silencio pero con pasos firmes de cara a terminar de perfilar la plantilla para la próxima temporada. Con el fichaje de Nico Williams encarrilado y Joan Garcia ya incorporado, el siguiente gran objetivo es reforzar la defensa, y en particular el lateral derecho. El nombre que ha ganado fuerza en las últimas horas es el de Denzel Dumfries, actual jugador del Inter de Milán.
El lateral neerlandés encaja a la perfección en el perfil que busca Hansi Flick: potente, rápido, profundo y con gran recorrido. Ya impresionó al cuerpo técnico azulgrana durante las semifinales de Champions League entre Barça e Inter, y su cláusula, de 25 millones de euros, lo convierte en una opción muy atractiva en cuanto a coste.

Sin embargo, la realidad económica del club obliga a tomar decisiones importantes antes de poder afrontar cualquier incorporación adicional. Para que Dumfries pueda vestir de azulgrana, el Barça necesita generar ingresos, y uno de los futbolistas que podría facilitar esa operación es Ronald Araujo.
Araujo, en la rampa de salida
El central uruguayo tiene cartel internacional y está en el radar de varios grandes europeos, especialmente de la Premier League. El club no quiere precipitarse, pero si llega una oferta superior a los 60 millones de euros, se abriría un escenario ideal para ejecutar la llegada de Dumfries y reforzar otras áreas del equipo.
En los despachos del Camp Nou valoran mucho a Araujo, pero son conscientes de que su estilo más físico y su menor capacidad de salida de balón no terminan de encajar con la idea futbolística de Flick. Además, la recuperación de Christensen, unido a la polivalencia de Koundé y Eric Garcia, deja al técnico alemán cubierto en el eje central de la defensa.

La posible venta de Araujo serviría, además, para aligerar masa salarial y dar cabida a nuevas operaciones en un mercado donde el margen de error debe ser mínimo.
Dumfries, un fichaje estratégico
Flick considera que su llegada liberaría a Eric Garcia para volver al centro de la defensa y dotaría al equipo de un perfil físico y ofensivo que ahora no tiene por banda derecha.
La operación está en marcha y todo depende, en gran parte, de lo que ocurra con Araujo en las próximas semanas. El Barça sabe que la venta de una gran pieza puede abrir la puerta a reforzar con inteligencia y precisión una zona clave del campo. Dumfries espera… y Flick también.