El FC Barcelona sigue adelante con la operación para fichar a Joan Garcia, uno de los porteros más prometedores de LaLiga, procedente del Espanyol. La dirección deportiva, con Deco al frente y el visto bueno de Joan Laporta, trabaja para cerrar cuanto antes su incorporación, abonando su cláusula de 25 millones de euros. Sin embargo, una figura clave del vestuario ha irrumpido con fuerza para condicionar la planificación: Marc-André ter Stegen.

Ter Stegen no se mueve del Barça

Por mucho que en los despachos del club se haya hablado en privado de una posible venta de Ter Stegen para dar paso a un nuevo ciclo bajo palos, el alemán ha sido contundente: no tiene intención de salir del Barça. Así lo ha hecho saber tanto a Deco como al propio presidente Joan Laporta, reafirmando su deseo de seguir compitiendo como titular en el Camp Nou.

Marc-André Ter Stegen calentamiento Barça / Foto: Europa Press

Después de una temporada marcada por su lesión de rodilla, el guardameta teutón se siente con fuerzas renovadas y con ganas de recuperar su mejor versión con la camiseta azulgrana. A sus 33 años, Ter Stegen sigue viendo su futuro en el Barça y no contempla escuchar ofertas de la Premier League ni de Arabia Saudí, a pesar de que ya existen equipos interesados en él.

Esta decisión ha generado un problema inesperado para el entrenador, Hansi Flick, y para los responsables de confeccionar la plantilla. La idea inicial era dar un giro en la portería, hacer caja con Ter Stegen y apostar por Joan Garcia como titular o al menos como un portero de presente y futuro. Pero con el alemán decidido a seguir, el escenario cambia radicalmente.

Dos porteros top para un solo puesto

El dilema es claro: si Joan Garcia firma por el Barça y Ter Stegen no sale, Flick se encontrará con dos porteros de primer nivel, ambos con aspiraciones legítimas de ser titulares. La gestión de esta competencia directa no será sencilla, especialmente porque ninguno aceptará de buen grado un rol secundario.

Desde el entorno del técnico alemán ya se admite que será uno de los temas más delicados del verano. Flick deberá manejarlo con mano izquierda para evitar tensiones en el vestuario o un conflicto de jerarquías.

Joan Garcia / Foto: Europa Press

Además, hay otro factor a considerar: Joan Garcia no llegará como un mero suplente. El Barça va a pagar su cláusula y le ofrecerá un contrato acorde a ese estatus. Si llega para competir de verdad, no puede quedar relegado al banquillo desde el primer día. Esto podría minar su confianza o frenar su progresión si no se le ofrece continuidad.

Un encaje complicado que exige decisiones

En este contexto, el Barça se enfrenta a una situación compleja: ¿Puede mantener a dos porteros de tanto nivel en la plantilla? ¿O debe forzar una salida, aunque sea contra la voluntad del jugador? Laporta, Deco y Flick deberán tomar una decisión clara en las próximas semanas para evitar un escenario incómodo a partir de julio.

Por ahora, Ter Stegen se mantiene firme. No quiere salir, no acepta el papel de moneda de cambio y está convencido de que puede recuperar su mejor versión. Y eso obliga al club a replantearse su estrategia, ya que la llegada de Joan Garcia no será, ni mucho menos, una operación sin consecuencias.