Real Sociedad y Anoeta. Dos ingredientes que se le atragantan al Barça. Los de Luis Enrique vuelven a San Sebastián (21:15 horas / GOL Televisión) para jugar los cuartos de final de la Copa del Rey. El equipo necesita ahuyentar fantasmas y reivindicarse en un partido que se celebra en la víspera de las fiestas de la ciudad, la Tamborrada.

Con el tridente

El descanso de Neymar Jr contra la UD Las Palmas estaba encaminado a dosificar los minutos del brasileño y a garantizar su presencia en el partido de esta noche. Por lo tanto, el Barça volverá a lucir el tridente. Leo Messi, Luis Suárez y el mismo Neymar ya comprobaron en la Liga la dificultad para atacar el sistema defensivo guipuzcoano. Una defensa de ayudas que desconectó a los tres delanteros del resto del equipo.

Luis Enrique ya ha remarcado en la previa que será clave superar la presión local para cambiar la tónica de los últimos enfrentamientos directos. "Mi deseo es que no se parezca en nada al partido de Liga. El empate fue injusto porque ellos merecieron ganar claramente. Espero que podamos superar su presión, que está hecha con mucha intensidad. Es un reto atractivo porque si superamos esta presión eliminaremos mucho de su potencial". Para hacerlo, el técnico se podrá apoyar en Sergio Busquets y Andrés Iniesta. Este último también llega descansado después de ver el último partido de Liga desde el banquillo.

Una de las grandes incógnitas será si Ivan Rakitic volverá al once titular o Luis Enrique seguirá confinado en André Gomes. Atrás, los de siempre. Mascherano, sancionado en Liga para este fin de semana en el campo del Éibar, formaría pareja de centrales con Piqué. Jordi Alba y Sergi Roberto ocuparían los laterales y en la portería, Jasper Cillessen, el portero de la Copa.

Jugar sin la losa

El condicionante psicológico de la visita a la Real es un añadido a tener en cuenta. El Barça no gana en Anoeta desde el año 2007 y todo lo que no sea volver a Barcelona con un resultado positivo se interpretaría como la perpetuación de una racha que ya hace demasiado que dura.

El Barça se diluye en el ambiente de San Sebastián. Los vientos del norte lo hacen temblar para acabar claudicando o celebrando un punto. El equipo se hace pequeño en un escenario frío que se transforma cuando el rival viste de azul y grana, aunque esta temporada Eusebio Sacristán ha conseguido que la Real Sociedad casi nunca baje del notable.

Un equipo alegre y vistoso que ha sabido conectar con una afición que hace años que espera recuperar el brillo de los primeros años del Siglo XXI. El club no ha tenido miedo al invertir fuerte para reforzar una plantilla de que crece con el paso de las temporadas. Este verano, la Real fichó a Willian José (6 millones de euros), Juanmi (5 millones) y se quedó con los derechos del portero Gerónimo Rulli (7 millones) para aspirar a objetivos mucho más ambiciosos. De momento, la confianza en Eusebio está dando sus frutos y es que el equipo está quinto en la Liga, a dos puntos de las plazas de Champions.

Los once de El Nacional