El Girona, con muchas caras nuevas, suma una victoria de mérito en el campo del Alavés para alargar el sueño de Europa. Los goles de Aleix García y Christian Stuani sirven para que el equipo rompa una racha de cuatro partidos sin ganar y clave los ojos en el Sevilla.

Un nuevo Girona

Han tenido que pasar 33 jornadas para que Pablo Machín, un hombre de costumbres, cambiara la columna vertebral del equipo para dibujar un Girona inédito hasta el momento. El sistema, sin embargo, es innegociable. El banquillo de los gerundenses en Mendizorroza estaba lleno de titulares como Portu, Stuani, Pere Pons, Mojica o Bernardo. Además, el capitán Álex Granell veía el partido desde el sofá de casa por sanción.

Era el día de la segunda unidad, que había estado en la sombra mientras el equipo conseguía la permanencia, objetivo principal de la temporada. Con Olunga y el 'Choco' Lozano como delanteros, el Girona buscaba tres puntos después de sumar uno de los últimos doce. El tren de Europa, conducido por el Betis, se alejaba cada vez más. Machín necesitaba un golpe de timón en Vitoria.

El partido, con muchas idas y venidas, era atractivo para el espectador. No había control en el medio del campo y los ataques se imponían a las defensas. El portero Bono ha salvado el 0-0 en los primeros minutos, pero el Girona también pisaba el área del Alavés. Después de un gol anulado a Guidetti, Lozano ha tenido la ocasión más clara después de rematar, flojo y sin fuerza, un centro de Aday que ha acabado en las manos de Pacheco.

La estrategia es una mina

La pelota parada es una de las líneas maestras de Machín. Su equipo siempre rentabiliza cualquier jugada: córners, faltas laterales, saques de banda... Y hoy no ha sido una excepción. Con más suerte que nunca, Aleix García ha encontrado el camino del gol con un centro que se ha ido envenenando hasta superar a Pacheco para convertirse en el 0-1. El Girona ganaba sin merecerlo porque el árbitro le ha anulado un gol legal a Sobrino. El fútbol le devolvía el premio que le arrebató el viernes pasado contra el Betis.

La entrada de Stuani y Portu ha dado aire fresco a un Girona que ha matado el partido desde el punto de penalti gracias a un codazo de Ely sobre Juanpe. El delantero uruguayo no se ha puesto nervioso para marcar su 18º gol en la Liga Santander. Unas cifras que explican buena parte de una temporada que ya es histórica, pase lo que pase en las últimas jornadas.

El gol de Tomás Pina, con un disparo desde la frontal del área, ha maquillado el resultado, pero no ha evitado que el tiempo de descuento se ensuciara a base de tarjetas amarillas.

El 1-2 final reconforta un proyecto que va más allá de once nombres. El Girona irá a dormir octavo, a un punto del Sevilla, séptimo, y a cuatro del Villarreal, sexto. El calendario marcará el futuro y cita a los gerundenses con el Espanyol, en crisis, el próximo domingo en Montilivi (12.00 horas).