La gran sorpresa del once inicial del Barça en Mallorca fue la suplencia de Jules Koundé. El francés, que la pasada temporada se consolidó como uno de los mejores laterales derechos del mundo, se quedó en el banquillo en beneficio de Eric Garcia. Una decisión que no pasó desapercibida y que, según apuntan desde el vestuario, tiene mucho que ver con la figura de Lamine Yamal.
Eric en la banda de Lamine Yamal
El canterano se ha convertido en el gran referente ofensivo del equipo, y Flick sabe que debe rodearlo de las condiciones adecuadas para que pueda rendir al máximo. En este sentido, Eric aporta una solidez defensiva que libera a Lamine para explotar todo su potencial en ataque. Ante el Mallorca se pudo ver cómo el lateral catalán cerraba su zona con eficacia, lo que permitió al joven extremo arriesgar, encarar y jugar con total libertad.

La relación de Koundé con Lamine había sido una de las claves del curso pasado. El francés y el canterano se entendieron a las mil maravillas, y por momentos formaron una de las sociedades más prometedoras del equipo. Sin embargo, Flick considera que el papel de Eric encaja mejor con las exigencias actuales. El técnico alemán busca un equilibrio que minimice riesgos y potencie las virtudes de su mayor diamante: Lamine Yamal.
A nivel táctico, Eric ofrece una mayor disciplina posicional. Rara vez se descoloca y mantiene la línea defensiva firme, algo que Flick valora mucho. Koundé, en cambio, tiene tendencia a incorporarse con más frecuencia al ataque, lo que si bien le convierte en un lateral más ofensivo, también puede dejar espacios a la espalda. Con Lamine brillando como extremo puro, Flick no quiere que esos riesgos comprometan al equipo.
Esto no significa que Koundé haya perdido definitivamente su sitio. Flick sigue confiando en él y considera que es un futbolista de enorme nivel. Pero está claro que el francés ya no es indiscutible como lo fue la pasada campaña. Deberá adaptarse a la nueva realidad y pelear con Eric por un puesto en el once titular.

El mensaje del entrenador es claro: el rendimiento y el encaje colectivo pesan más que los nombres propios. Y ahora mismo, el tándem Eric–Lamine da al Barça una seguridad y un dinamismo que Flick valora por encima de todo. El propio vestuario lo percibe así: los atacantes saben que, con Eric detrás, tienen más margen para arriesgar y desplegar su juego sin mirar tanto hacia atrás.
La temporada es larga y Koundé tendrá oportunidades, pero la decisión en Mallorca deja una conclusión evidente: Lamine Yamal condiciona incluso la elección del lateral derecho, y Flick quiere darle el entorno ideal para que sea la gran estrella del Barça.