Alan Ruschel, futbolista del Chapecoense y superviviente del accidente aéreo que sufrió el equipo en Colombia y en el que murieron 71 personas, cambió de asiento en el último minuto después que un compañero de equipo lo animara a sentarse a su lado, según ha afirmado el mismo jugador en una emotiva conferencia de prensa.

El defensa del Chapecoense estaba sentado en la parte del detrás del avión cuando el directivo del club Cadu Gaúcho le pidió que se sentara más adelante y dejó a los periodistas juntos en la parte posterior. "Yo no quería, pero entonces vi a Jackson Follman y él insistió en que me sentara a su lado", ha añadido.

"Iba a un partido, pero no sabes lo que pasará dentro de diez minutos. La lección que he aprendido es que se tiene que vivir la vida, aprovecharla y hacer el bien. Sólo Dios puede explicar por qué sobreviví, me dio una segunda oportunidad. Cuando me dijeron qué había pasado parecía una pesadilla y poco a poco lo voy entendiendo", ha confesado el futbolista. Ruschel se convirtió el pasado viernes en el primero de los seis supervivientes del accidente en recibir el alta hospitalaria.

Durante la rueda de prensa en Chapecó, el lateral izquierdo se ha mostrado confiado ante la posibilidad de volver a atarse las botas: "Haré todo el posible para volver a jugar, con mucha paciencia". Ruschel ha abandonado el hospital en una silla de ruedas de la que se ha levantado sin problemas para entrar en el coche con el que su familia lo vino a buscar. Además del defensa, dos jugadores más también sobrevivieron a la tragedia y siguen recuperándose: Helio Zamper Neto (central) y Jackson Follman (portero).