Espectáculo puro. Eso es lo que ha sido la 20ª edición del Supercross & Freestyle que ha vuelto después de una década a Barcelona de la mano de los mejores pilotos de motos. Los aficionados al motor han echado de menos este acontecimiento y la respuesta ha sido un Palau Sant Jordi lleno.

Gritos, aplausos, olas humanas e incluso llantos. Los más de 10.000 espectadores han disfrutado este sábado por la tarde de las mejores carreras y saltos. A pesar de la coincidencia en el calendario del Supercross de París, el cartel de Barcelona ha sido todo un lujo: Los norteamericanos John Grant y Malcom Stewart (supercross) y el francés Tom Pagès (número 1 en freestyle).

Han participado algunos de los mejores pilotos en esta especialidad

Un total de 40 pilotos han quemado rueda en las diversas categorías de Supercross como SX1 (450cc): campeón Josh Grant; SX2 (250cc): campeón Nolan Cordens; y, 125cc, campeón Oriol Oliver. Con respecto a los pilotos catalanes han participado deportistas como Nil Arcarons, Nil Bussot, Francesc Mataró o Joan Cros, este último el que mejor posición ha obtenido en la categoría reina (quinto clasificado).

"Nunca había estado en Barcelona y es impresionante, la energía de la afición es espectacular", ha asegurado Josh Grant en rueda de prensa. Mientras que Stewart, que en las dos primeras carreras de SX1 no ha tenido suerte y se ha caído, ha comentado que "lo más importante es que nos lo pasamos bien haciendo lo que más nos gusta".

En freestyle, seis pilotos han puesto la magia sobre las dos ruedas. Saltos imposibles, vueltas impensables y por primera vez en Barcelona un doble back flip, una doble vuelta atrás completa de 360 grados, a cargo de Tom Pagès. En esta modalidad, el más amado por los espectadores ha sido Edgar Torronteras. El de Cardedeu, que fue el ganador seis años seguidos en Barcelona (1997-2002), ya ha avisado antes de dar gas "disfrutad porque hoy lo doy todo".

Este acontecimiento, que no forma parte de ningún campeonato, es una carrera única en el calendario. Empezó en 1990, inaugurando el Palau Sant Jordi, y se celebró ininterrumpidamente hasta el 2008. Fue entonces cuando por culpa de la crisis económica, la poca implicación de los patrocinadores y de los aficionados tuvieron que cerrar momentáneamente. Este 2018 han decidido volver y parece ser que para quedarse.