El FC Barcelona afronta este jueves su estreno en la Champions League frente al Newcastle con una ausencia muy sensible: Lamine Yamal. El joven ’10’ azulgrana no estará disponible por las molestias en el pubis y es probable que tampoco juegue los próximos compromisos de Liga. Ante este escenario, Hansi Flick tiene claro a quién necesita: Marcus Rashford. El técnico alemán le ha pedido un paso al frente y el inglés está preparado para asumir la responsabilidad.
Un vacío que debe llenarse
Lamine se ha convertido en la gran referencia ofensiva del Barça en este arranque de temporada, y su baja obliga a replantear el ataque. Flick no quiere que el equipo dependa exclusivamente de un futbolista, y por eso ha señalado a Rashford como el jugador llamado a marcar diferencias.

El inglés llegó cedido este verano con la misión de recuperar sensaciones tras un año irregular en el Manchester United. Su adaptación no fue sencilla, pero en las últimas semanas se le ha visto más cómodo, con confianza y con ese punto de agresividad que lo convierte en un atacante de élite.
Rashford gana protagonismo
El partido contra el Valencia fue una muestra de lo que puede aportar: velocidad, desborde y capacidad para asociarse. Flick lo utilizó en la banda izquierda, su posición natural, y el inglés respondió con una actuación completa que convenció al cuerpo técnico. Ahora, con la baja de Lamine, la exigencia será mayor.
En el vestuario también creen que Rashford está listo. Compañeros como Pedri o Fermín destacan su implicación en los entrenamientos y el impacto que está empezando a tener en los partidos. La confianza del grupo es total, y eso puede ser clave para que dé un salto adelante.
Un desafío europeo
El debut en Champions ante el Newcastle no será un examen sencillo. El equipo inglés es físico, intenso y no concede facilidades. Flick sabe que necesitará un Rashford vertical, que abra espacios y que pueda decidir en el último tercio de campo.
Rashford, por su parte, está convencido de que puede asumir el reto. Con más libertad y confianza, quiere demostrar que no es solo un refuerzo circunstancial, sino un jugador decisivo en las grandes noches.

El nuevo líder en ataque
La baja de Lamine Yamal es un golpe duro, pero también una oportunidad. Rashford tiene la ocasión de consolidarse como protagonista y ganarse a Flick definitivamente. Si mantiene el nivel mostrado ante el Valencia y suma gol a su repertorio, el Barça puede encontrar en él el líder ofensivo que necesita mientras su ’10’ se recupera.
El escenario está listo: sin Lamine, el foco apunta directamente a Rashford. Y Flick lo tiene claro: ahora le toca a él dar el paso al frente.