Sergio García vuelve a casa. El delantero del Bon Pastor se vestirá de nuevo con la camiseta de la Espanyol después de dos temporadas jugando en el Al-Rayyan catarí. El futbolista se ha mostrado pletòric y ha mandado un mensaje a la afición después de que su llegada se frustrara durante el pasado mercado de invierno: "El Espanyol es el club de mi corazón. He jugado en otros equipos y no he sentido lo mismo. Que la gente confíe en mí porque los haré disfrutar y tendremos muchas tardes de alegría. Estos seis meses se han hecho largos. El tiempo ha pasado lento pero estoy encantado de poder estar aquí. Algunas veces he pensado en cómo será el recibimiento del estadio”.

García llega al club con la carta de libertad, firma por una temporada ampliable cada año en función de los resultados y tendrá una cláusula de rescisión de 18 millones de euros. A pesar de su edad, 34 años, el futbolista asegura que llega en un gran momento de forma: "Cuando me marché me encontraba muy bien físicamente y ahora estoy al mismo nivel". El delantero, que lucirá el dorsal número 9 en la espalda, también ha querido elogiar a sus nuevos compañeros: "El año pasado toda la plantilla hizo una gran temporada y a todo el mundo le gusta jugar con gente de calidad, que es lo que tiene ahora el Espanyol. Tengo muchas ganas de empezar ya y tocar el balón".

El nuevo delantero blanquiazul también se ha mostrado muy ilusionado con la idea de convertirse en uno de los capitanes del primer equipo, una idea con la que se ha especulado los últimos días. "Si los compañeros creen que lo puedo ser, para mí no será nada nuevo y estaré encantado", ha asegurado antes ponerse al servicio de Quique Sánchez Flores para jugar en cualquier posición: "Siempre he sido delantero pero me da igual donde me ponga el entrenador. Él tiene que ver qué es mejor para el equipo y yo me adaptaré".

García, acompañado por su familia en la sala de prensa del RCDE Stadium en su regreso, ha querido darle los primeros consejos a Esteban Granero, con quien ha compartido protagonismo en su primer día: "A él le diría que este equipo es como una familia, estará encantado y seguro que triunfará porque es un gran jugador”.

El primer contacto del jugador con la afición ha sido prácticamente inmejorable. Después de la protocolaria rueda de prensa de presentación, Sergio García se ha vestido de corto y ha saltado al césped del estadio, junto con Granero, para saludar a los 300 aficionados que los esperaban. Los seguidores, la mayoría jóvenes, han ovacionado al delantero cuando ha empezado a hacer los primeros toques con el balón y han aplaudido cuando le ha dado un beso al escudo.