Kepa Arrizabalaga fue un fichaje de última hora en el Real Madrid, totalmente improvisado. La idea de Florentino Pérez era traer a un portero veterano y a un coste reducido, siendo David Soria, del Getafe, el gran favorito, pero finalmente descartó esta contratación después de que Andriy Lunin se negara a salir. Así que el presidente no tenía intención de comprar a un nuevo arquero, aunque la grave lesión de Thibaut Courtois provocó que se vieran obligados a acudir al mercado.
El belga estará de baja durante prácticamente todo lo que queda de campaña, y Carlo Ancelotti no estaba dispuesto a confiar en las habilidades del ucraniano, de modo que solicitaron la cesión del guardameta del Chelsea, que no contaba con la confianza de Mauricio Pochettino. De modo que no fue difícil llegar a un acuerdo con Todd Boehly para lograr el préstamo del internacional español, en especial, después de que reclutaran a Robert Sánchez, procedente del Brighton & Hove Albion.
Por ahora, las actuaciones que ha realizado el portero vasco han sido realmente buenas. Obviamente, no se le puede comparar con el ex del Atlético de Madrid o del Genk, pero en el Santiago Bernabéu están satisfechos con él. Y de esto se quiere aprovechar el futbolista de 28 años para convencer de que lo retengan en la plantilla, y negocien con la institución ‘blue’ para quedárselo en propiedad, pagando el traspaso que solicitarían.
No incluyeron ninguna opción de compra, así que Florentino Pérez nuevamente estaría obligado a negociar para que siga en el Madrid, esta vez, a título definitivo. Kepa ha mostrado su deseo de vestir de blanco durante mucho tiempo más, ya que no echa de menos Londres, y vivió un infierno durante los cinco años que estuvo jugando en la Premier League. Es mucho más feliz en España, cerca de su familia y de sus amigos, y además jugando en un club que pelea por todos los títulos.
Aunque para ello, Arrizabalaga deberá de hacer méritos con sus actuaciones sobre el terreno de juego.
Kepa aceptaría ser suplente de Courtois
Como es evidente, Kepa sabe perfectamente que cuando Courtois esté totalmente recuperado de la ruptura de ligamentos que sufrió, volverá al banquillo. Pero esto no parece importarle en absoluto a Arriazabalaga, que prefiere ser suplente en el Madrid, antes que jugar en el Chelsea o en otro club.
Ya lo demostró cuando tuvo la oportunidad de unirse al Bayern de Múnich, pero se decantó por la oferta de Florentino Pérez.