El Manchester United vive uno de sus momentos más delicados de los últimos años, pero Rúben Amorim no piensa renunciar a su plan de reconstrucción. En medio de un arranque de Premier League 2025/26 marcado por la irregularidad —el equipo marcha décimo con solo 10 puntos en siete jornadas, lejos de los puestos europeos—, el técnico portugués ha pedido un refuerzo prioritario para enero: Adam Wharton, el joven talento del Crystal Palace que también está en la órbita del Real Madrid de Xabi Alonso.
El centrocampista inglés, de apenas 21 años, ha sido una de las grandes revelaciones de la Premier. Desde su llegada al Palace en enero de 2024 por 21 millones de euros, se ha consolidado como una pieza clave en el esquema de Oliver Glasner, siendo protagonista en la conquista de la FA Cup y la Community Shield, los primeros títulos de la historia del club. Su madurez con balón, su capacidad de mando y su inteligencia táctica lo han convertido en un objeto de deseo para los grandes de Europa.

El United, necesitado de control y liderazgo
En Old Trafford saben que la situación actual exige cambios profundos. Amorim, cuestionado por los malos resultados y un juego aún sin identidad, ha pedido a la directiva un mediocentro que aporte equilibrio, visión y carácter. The Mirror asegura que el United está dispuesto a poner 60 millones de libras (unos 70 millones de euros) sobre la mesa para convencer al Crystal Palace y adelantarse al Real Madrid.
El técnico portugués cree que Wharton puede ser el cerebro que le falta a un equipo roto entre líneas, sin una figura capaz de dictar el ritmo de los partidos. En su esquema, el inglés sería el eje desde el que construir una versión más compacta y asociativa del United, un papel que hasta ahora no ha logrado llenar ninguno de sus actuales mediocentros.

El Real Madrid observa en silencio
Mientras tanto, el Real Madrid de Xabi Alonso mantiene vivo su interés en Wharton. El club blanco busca un perfil que encaje en su modelo de control y posesión. AS informó que el jugador del Palace lleva meses en la agenda de la dirección deportiva, aunque en Chamartín se asume que su fichaje sería complejo por dos motivos: el alto precio y la firme postura del Crystal Palace, que no tiene intención de venderlo antes de 2026.
El presidente del club londinense, Steve Parish, fue tajante en talkSPORT: “No hay presión para vender. Wharton está centrado aquí, y si algún día se va, será para jugar la Champions League”. Con contrato hasta 2029, el club inglés tiene todas las cartas en la mano para resistir cualquier intento de fuga.