El FC Barcelona afronta una semana decisiva con la visita del PSG de Luis Enrique, actual campeón de la Champions, en un duelo que pondrá a prueba la solidez del proyecto de Hansi Flick. El equipo llega con varias bajas sensibles: Raphinha, Fermín López y Gavi estarán ausentes, lo que obliga a buscar soluciones en ataque. En ese contexto, todos los focos se dirigen hacia Marcus Rashford, fichaje estrella del pasado verano.
El inglés dejó una tarjeta de presentación imponente en su debut europeo: doblete ante el Newcastle y sensaciones de jugador diferencial. Sin embargo, la Liga ofrece otra cara. Tras seis jornadas todavía no ha marcado, un dato que contrasta con las expectativas generadas a su llegada. Flick necesita que dé un salto de regularidad y convierta su talento en goles, especialmente en un momento donde el equipo necesita líderes ofensivos.

Un fichaje que debe justificar su estatus
Rashford aterrizó en Barcelona con la etiqueta de refuerzo mediático y decisivo, llamado a completar un frente ofensivo que mezcla juventud y experiencia. Su capacidad para romper defensas con velocidad y desborde es innegable, pero lo que se espera de él en el Camp Nou va más allá: debe ser resolutivo en los momentos grandes. El partido frente al PSG es, en ese sentido, un escenario ideal para confirmar que su fichaje fue una decisión acertada.
Hasta ahora, el delantero inglés ha compensado su falta de gol con asistencias y participación en la generación ofensiva, mostrando compromiso y adaptación progresiva. No obstante, en un Barça necesitado de pegada, esa aportación debe traducirse en cifras más contundentes. Flick lo sabe y por eso le exige dar un paso adelante en estas semanas clave.
El examen de París como punto de inflexión
El duelo ante el PSG no solo es un reto colectivo, sino una prueba individual para Rashford. El inglés tendrá la oportunidad de medirse a una de las defensas más sólidas de Europa y demostrar que puede marcar diferencias al máximo nivel. Si brilla en París, el relato sobre su fichaje cambiará radicalmente: de incógnita a certeza.

El Barça, además, necesita que jugadores como él asuman responsabilidades en ausencia de líderes naturales como Gavi o Raphinha. Con Yamal consolidado como estrella emergente y Lewandowski en el tramo final de su carrera, la figura de Rashford puede convertirse en la llave para equilibrar el ataque.
En este escenario, los próximos partidos serán decisivos para definir el peso real de Rashford en el Barça y justificar su fichaje como pieza estratégica en el proyecto de Flick.