La irrupción de Marcus Rashford en el FC Barcelona es ya una de las grandes noticias de la temporada. El delantero inglés ha llegado dispuesto a ser protagonista y sus actuaciones recientes lo confirman. Hansi Flick es plenamente consciente de ello y no quiere desaprovechar el momento de forma de un futbolista que puede marcar la diferencia en cualquier partido. La cuestión ahora pasa por encontrarle un encaje fijo en el once inicial sin desarmar el equilibrio del equipo.
Un estado de forma que obliga a Flick
Rashford ha demostrado en los últimos encuentros que está en un nivel altísimo. Su velocidad, potencia y capacidad de desborde han sido fundamentales para abrir defensas rivales y dar aire a un ataque que en ocasiones parecía demasiado previsible. Con el inglés en este estado, Flick tiene claro que debe ser titular. El problema es decidir quién sale y cómo reorganizar el frente ofensivo.
Las opciones en la pizarra
La primera opción que maneja Flick es mantener a Rashford en la banda izquierda, su posición natural. Esto implicaría colocar a Raphinha como mediapunta, una fórmula que ya ha probado en algunos tramos de partido y que permitiría a Rashford y Lamine Yamal ocupar los costados, con Ferran o Lewandowski como referencia ofensiva.
Una segunda vía, pasa por poner al inglés como ‘9’. Flick ya lo ha probado en esa posición, pero el jugador se siente más cómodo partiendo desde la izquierda y Ferran Torres está en un gran momento de forma en la punta de ataque.
Competencia de máximo nivel
La llegada de Rashford ha elevado la competencia en la delantera culé. Ferran Torres, en un gran momento de forma, y Lamine Yamal, que es intocable por su talento y proyección, complican aún más las decisiones. A ello se suma un Lewandowski que, pese a no estar en su mejor nivel, sigue teniendo peso dentro y fuera del campo.
Lo que está claro es que Flick no piensa renunciar a Rashford. El técnico alemán sabe que tenerlo en el once es garantía de desequilibrio y peligro constante para los rivales. Ahora, el reto pasa por dar con la fórmula que le permita convivir con las demás piezas sin desestabilizar el bloque. La buena noticia para el Barça es que las opciones sobran y el inglés se ha convertido en un problema… pero de los buenos.