El FC Barcelona arranca una temporada que se presenta exigente y en la que no hay margen para la relajación. Y uno de los que lo tiene más claro es Raphinha. El brasileño, consolidado como uno de los líderes del vestuario y con peso en el grupo, ha querido mandar un mensaje claro y directo a sus compañeros: este año habrá que dar el 200% para competir por todos los títulos.
El extremo, que ha asumido un rol cada vez más importante desde la llegada de Hansi Flick, sabe que el equipo no puede permitirse altibajos. La pasada temporada dejó lecciones claras: para pelear contra los grandes rivales europeos y mantener el pulso en LaLiga hasta el final, la plantilla necesita estar en su mejor versión desde el primer minuto. Y ese es precisamente el aviso que Raphinha ha querido trasladar, tanto a las jóvenes promesas como a los futbolistas más consagrados.
El equipo necesita a sus estrellas
En su mensaje, el brasileño ha hecho especial hincapié en que las grandes estrellas del vestuario deben dar un paso al frente. Futbolistas como Lamine Yamal, Pedri, Frenkie de Jong o el propio Lewandowski están llamados a marcar la diferencia en los momentos decisivos. Raphinha, que ha demostrado compromiso y regularidad, quiere que todos asuman la responsabilidad y que el grupo esté preparado para afrontar un calendario cargado de retos.
Flick, que respalda al cien por cien la actitud del brasileño, comparte la idea de que la intensidad y la mentalidad ganadora deben ser la base de todo. El técnico alemán ha insistido en cada entrenamiento en que no se puede bajar la guardia ni un segundo, y que la competencia interna será clave para mantener el nivel. En ese sentido, Raphinha ha sido uno de los principales altavoces del entrenador dentro del vestuario, ayudando a transmitir su mensaje y su exigencia.
El jugador también ha señalado que no basta con el talento. El Barça tiene calidad de sobra, pero para levantar títulos hay que sumar trabajo, sacrificio y un espíritu competitivo constante. La Champions, LaLiga, la Copa y la Supercopa son objetivos reales, pero solo se alcanzarán si todos los integrantes de la plantilla mantienen el compromiso máximo durante toda la temporada.
La figura de Raphinha, más allá de su rendimiento en el campo, se ha convertido en un punto de referencia para los jóvenes como Lamine Yamal, que ya empieza a sentir el peso de la responsabilidad. El brasileño sabe que estos talentos emergentes son el futuro del club, y que su evolución será determinante para las aspiraciones del Barça.
El mensaje está lanzado: no hay excusas, no hay tiempo para relajarse. Raphinha quiere un Barça que salga a ganar cada partido como si fuera una final. La temporada ya ha empezado… y en el vestuario saben que la exigencia es máxima.