Ahora mismo el tridente ofensivo del Barça no presenta dudas. Xavi Hernández ha dejado muy claro que confía plenamente en Ousmane Dembélé y en Raphinha para ocupar las bandas, y en Robert Lewandowski para ser la referencia ofensiva, y los resultados le están dando la razón. Eso si, está por ver el rol que tendrá Anssumane Fati, pues en un principio, también se espera que sea muy importante, y que tenga mucha continuidad.

En cambio, quien lo tiene realmente complicado es Ferrán Torres. Solo ha sido titular en una de las primeras cuatro jornadas de La Liga Santander, y cuando ha saltado al terreno de juego no ha dado razones para poder jugar más. Deja muchas dudas, y no responde a la confianza que le ha brindado el técnico de Terrassa, que fue crucial para su incorporación en el pasado mes de enero. Hay que recordar que fue él quien presionó a Joan Laporta para pagar los más de 50 millones de euros que pedían.

En sus primeros meses en el Camp Nou tuvo un papel muy protagonista, aprovechándose que prácticamente no había competencia. Sin embargo, ha ido perdiendo fuerza, y la afición es la primera que cree que se equivocaron pagando tanto dinero. Pero su caso no es el más llamativo, pues al menos sigue en el combinado azulgrana, a diferencia, por ejemplo, de Pierre-Emerick Aubameyang, otro refuerzo que aterrizó en invierno.

En su caso lo hizo a coste cero, después de rescindir el contrato que tenía con el Arsenal. Y el rendimiento que ofreció fue inmediato, demostrando en muy poco tiempo que era una ganga imposible de dejar escapar, y erigiéndose en la referencia en ataque del Barça. Marcó muchos goles, y su continuidad se daba por segura, pero todo cambió con el desembarco de Lewandowski, que provocó que perdiera su puesto en el once inicial, y se plantearan su venta.

Eso fue justamente lo que ocurrió, y recaló en el Chelsea en el último día de mercado, a cambio de una cifra cercana a los 20 ‘kilos’, más los servicios de Marcos Alonso.

Adama Traoré, otro crack obligado a dejar el Barça

Y muchos parecen haberse olvidado ya de Adama Traoré, pero también aterrizó en el Barça durante el mercado invernal, a préstamo desde el Wolverhampton Wanderers. Tuvo un papel importante en sus primeros partidos, si bien rápidamente fue condenado al ostracismo, por culpa de Dembélé.

El internacional español tenía la esperanza de quedarse con Xavi, pero no hicieron efectiva la opción de compra que tenían por él. Así que tuvo que regresar a la Premier League, donde su situación es bastante delicada.

Porque allí tampoco juega.