El Barça está obligado a realizar una verdadera ‘purga’ para conseguir el sueño imposible de Xavi Hernández, que es traer de regreso a Leo Messi. Joan Laporta está trabajando en silencio y discreción para ello, y de momento el optimismo es elevado, viendo la predisposición del internacional argentino. Está dispuesto a hacer un esfuerzo para vestir nuevamente de azulgrana, y de momento ya ha comunicado al Paris Saint-Germain que no renovará.

Así que podrá llegar a coste cero, una cosa fundamental. Pero en el Camp Nou deberán de encontrar la manera de pagarle el sueldo, y en especial, rebajar la masa salarial, ya que, de lo contrario, no podría ser inscrito. Y hay ocho señalados por Mateu Alemany para dejar espacio al campeón del Mundial de Qatar, comenzando por Eric García, Ferran Torres y Franck Kessié. Ninguno de los tres es intocable, y están en la lista de prescindibles.

Se ahorrarían una cantidad considerable en fichas, y esperan poder percibir una compensación significativa por cada uno de ellos, que ayudaría a tener más ingresos y dinero en las arcas. Tampoco se salvan Raphinha y Anssumane Fati, que no justifican en absoluto el salario que perciben. Además, ninguno de los dos tiene una buena relación con el ex técnico del Al-Sadd, otro motivo más por el cual han sido colocados en la rampa de salida.

Para seguir con esta ‘limpieza’ que prepara el Barça, tenemos a Pablo Torre y a Marcos Alonso. El primero se marchará a préstamo, mientras que el segundo puede ser una de las despedidas sorpresa. Aunque a priori no estaba previsto que se marchara, y de hecho amplió su vínculo recientemente, pueden aprovechar el interés que han mostrado algunas entidades, como el Inter de Milán, para dar salida al lateral zurdo, que es suplente habitual.

De este modo, también obtendrían una pequeña plusvalía, y dejarían más espacio en la plantilla para Messi.

Marc-André ter Stegen, el ‘bombazo’ del Barça

No obstante, el ‘bombazo’ del Barça sería la venta de Marc-André ter Stegen, sin ningún tipo de duda. Messi ha comunicado que no quiere saber absolutamente nada del portero alemán, que acabó siendo uno de sus principales enemigos en el vestuario, por no decir su mayor rival.

Laporta podría plantearse la salida del guardameta, en especial aprovechando que ahora mismo está en un magnífico momento de forma, y por lo tanto podrían obtener fácilmente entre 60 y 80 millones de euros.