Ni el Inter de Milán en la final de Champions (5-0), ni el Atlético de Madrid en la fase de grupos de este Mundial de Clubes (4-0), ni el Real Madrid ya en las semifinales (4-0) han sido rivales para un PSG que está en otro nivel. El equipo de Luis Enrique Martínez ha pasado por encima de un Real Madrid indefenso, desdibujado y muy verde, que solo se ha podido aferrar a la figura de Thibaut Courtois para desear un castigo menor.

Courtois salva lo que podría haber sido una humillación en toda regla

El belga ha arrancado el partido marcándose la de siempre. En el minuto 4 ya había protagonizado dos de sus característicos milagros. En el 3', sacándole una gran mano abajo a un Fabián Ruiz que había conectado un gran disparo desde el vértice del área. Y unos segundos después, un centro de Achraf Hakimi encontraba a Nuno Mendes y solo una prodigiosa mano de Courtois evitaría el gol de lateral a lateral.

El PSG ha sido superior en todas las facetas del juego, incluso, llegando a una sonrojante cifra de posesión de 78% contra el 22% del Real Madrid. En cualquier caso, la principal brecha entre los jugadores del equipo francés y los del español ha sido la actitud. El PSG ha presionado cada balón como si fuera el último, mientras que el Real Madrid, aunque buscaba la presión alta, se ha perdido en el intento porque entre la falta de implicación y el desorden, se ha dividido en dos bloques.

Los dos primeros goles han llegado gracias a la presión. Entre la voracidad de los atacantes y la parsimonia de los defensores, en el minuto 9, el marcador ya era de 2-0. En primera instancia, Ousmane Dembélé le robaba la cartera a Raúl Asencio para que Fabián hiciera el 1-0. Y tres minutos después, en el 9', el de Vernon volvía a triunfar en la presión, esta vez sobre Antonio Rüdiger, para marcharse solo contra Courtois y definir de maravilla por su derecha.

Fabián profundiza la herida blanca y Gonçalo Ramos clava la estacada final

El alemán, en una falta de tensión impropia de un profesional, y más después de que a Asencio le pasara lo mismo tres minutos antes, ha quedado retratado. En cualquier caso, el huracán PSG todavía tenía que azotar por partida triple en el primer tiempo. En cuestión de tres toques, el equipo de Luis Enrique ha desarticulado la presión merengue y, con una gran pared entre Achraf y Dembélé, el carrilero marroquí ha cedido el gol a un Fabián que ha definido con mucha calma para profundizar la herida blanca.

En la reanudación, con el PSG con el partido completamente controlado, Luis Enrique ha empezado a quitar del césped a hombres importantes como Dembélé, Kvaratskhelia o Fabián. A partir de entonces, el Real Madrid ha ganado metros, y aunque no ha conseguido amenazar la portería de Donnarumma, ha dejado de sufrir por poder encajar una paliza.

Doué gol anulado PSG Real Madrid Mundial de Clubes / Foto: EFE
Doué, en la acción del gol anulado / Foto: EFE

De hecho, el 4-0, obra de Désiré Doué, no ha subido al marcador por fuera de juego en el inicio de la jugada. En cualquier caso, el PSG, que ya había levantado el pie del acelerador, pensando en la final del próximo domingo (21:00 horas, hora peninsular), ha hecho el cuarto para redondear la goleada con la firma de Gonçalo Ramos. De esta manera, se cita en la final contra otro campeón europeo, en este caso de la Conference League, como lo es el Chelsea de Enzo Maresca.