Solo unas horas más tarde del partido contra el Paris Saint-Germain, el Barça ha comunicado a través de sus canales oficiales que el próximo partido de Champions League también lo disputará en el Estadio Olímpico Lluís Companys. Ha sido una noticia bastante inesperada, ya que se esperaba que para el 21 de octubre, la fecha en la que los hombres de Hansi Flick se medirán al Olympiacos en la tercera jornada de la primera fase, el Spotify Camp Nou estuviera ya estrenado. Así pues, el regreso europeo al feudo de Les Corts tendrá que esperar, como mínimo, hasta el 12 de diciembre, en el partido programado contra el Eintracht Frankfurt.
Las particularidades de la Champions League
La situación, en cambio, debería ser diferente en la Liga. Y es que el objetivo del Barça sigue siendo volver al Spotify Camp Nou para el partido contra el Girona, marcado para el próximo 18 de octubre. De hecho, algunas fuentes daban ya por hecho este escenario, con el Ayuntamiento de Barcelona mostrándose por primera vez abierto a dar luz verde a las pretensiones de la entidad blaugrana. Ahora bien, ¿por qué podría abrirse antes el estadio a la competición doméstica que a la Champions? Pues bien, la respuesta es simple: la UEFA presenta algunas particularidades y exigencias diferentes que suponen una piedra en el camino del club barcelonés.
𝗖𝗼𝗺𝘂𝗻𝗶𝗰𝗮𝗱𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗙𝗖 𝗕𝗮𝗿𝗰𝗲𝗹𝗼𝗻𝗮
— FC Barcelona (@FCBarcelona_cat) October 2, 2025
Lo primero y más importante que hay que destacar es que el máximo organismo de fútbol europeo exige que el segundo lateral del Spotify Camp Nou esté abierto. Es decir, que el aforo sea de unos 45.000 espectadores. El Barça solo podrá hacer esto una vez tenga validada la fase 1B. De momento, aún debe recibir la aprobación para la fase 1A, que contempla una apertura con 27.000 seguidores en las gradas, solo con la Tribuna y parte del Gol Sur abiertas. Además, el organismo presidido por Ceferin pide también que antes de albergar un partido de la Champions, el nuevo feudo blaugrana se haya estrenado en un partido de escala local. Todo esto, sin contar que el club culé deberá recibir también un permiso especial para cambiar de feudo en medio de una misma fase.
El nuevo dilema del Barça: ¿Montjuïc hasta finales de noviembre?
Ante este escenario, el Barça se está planteando si alargar su estancia en el Estadio Olímpico Lluís Companys hasta que no tenga la licencia 1B, principalmente para priorizar los aspectos económicos, ya que un partido en el Spotify Camp Nou con 27.000 espectadores daría menos dinero que uno en Montjuïc. Así pues, el regreso podría darse el fin de semana del 23 de noviembre, con un duelo de nivel contra el Athletic Club. Por lo tanto, el Barça - Girona, el Barça - Olympiacos y el Barça - Elche se jugarían todavía en la montaña mágica. Un dilema que todavía no está resuelto y que tiene una difícil solución, sobre todo porque los culés anhelan volver a su casa.