En el Barça tienen que realizar alguna venta dolorosa durante este verano, y hay muchos candidatos a decir adiós. La idea de Joan Laporta y de Deco era traspasar a Marc-André ter Stegen, pero las cosas se complicaron por la negativa del capitán a decir adiós, y además ha sido operado de nuevo, esta vez de la espalda, y estará unos cuatro meses de baja. Por lo tanto, no se moverá. Y Ronald Araújo era el otro gran candidato a acabar haciendo las maletas.
Hans-Dieter Flick considera que es totalmente prescindible, y que su pérdida no sería especialmente sensible, debido a la cantidad de alternativas que tiene para el eje de la retaguardia, y al pobre rendimiento que ha exhibido. Pero el problema es que no han llegado ofertas formales por el ‘4’, quien ha perdido muchos admiradores. Y aquí es donde había aparecido el nombre de Marc Casadó, quien comenzó la campaña a un nivel pletórico.

Fue una de las grandes sensaciones durante los primeros meses, y aunque no fuera capaz de mantener la regularidad, y acabara perdiendo la titularidad por culpa de Frenkie de Jong, causó una gran impresión. ‘Hansi’ sigue considerando que es una pieza importante en las rotaciones, pero no es intocable en el Camp Nou, ya que también hay que valorar la competencia que existe en esa demarcación, donde también juegan Pablo Paéz ‘Gavi’ y Marc Bernal, quien está muy cerca de reaparecer.
Esto había llevado a Laporta y a Deco a plantearse la posibilidad de traspasar al ‘17’, y de estudiar alguna de las ofertas que pudieran recibir durante el periodo de fichajes. Y no tardaron en aparecer los primeros pretendientes para el internacional español, que había logrado llamar la atención de algunos de los clubes más poderosos del planeta, como el Arsenal, el Liverpool, el Bayer Leverkusen o el Atlético de Madrid, que preguntaron por su precio.
Y si llegaba alguna propuesta que superara los 50 millones de euros, podían permitir que dijera adiós al proyecto de Flick, y comenzara una nueva aventura en otro lugar.
Casadó ni se plantea salir del Barça
Pero Casadó ha tenido claro en todo momento que tan solo quiere triunfar vistiendo los colores del Barça, el equipo de su vida, y donde ha jugado desde que era únicamente un niño, cuando ingresó en La Masía.
Así que le ha dicho a Deco que no escuche ninguna oferta, ya que se quedará en el vestuario, aunque tenga un rol secundario.