Rodrigo "Roro" Riquelme afronta las últimas horas como jugador del Atlético de Madrid, al menos mientras Diego Simeone siga al mando del banquillo rojiblanco. El canterano, de 25 años, ha visto cómo su rol en el equipo ha quedado relegado a un plano casi residual en este 2025. De promesa con proyección a moneda de cambio. Esa es la evolución que ha sufrido el futbolista madrileño en una plantilla donde el Cholo ya ha dejado claro que no cuenta con él para la temporada 2025-2026.

Después de un regreso ilusionante tras su cesión al Girona, donde brilló en la temporada 2022-2023, Riquelme fue reintegrado en la dinámica del primer equipo con la esperanza de consolidarse como una pieza útil. Sin embargo, su rendimiento no ha terminado de convencer a Simeone, que en los últimos meses apenas le ha dado minutos. El próximo duelo ante el propio Girona, en Montilivi, podría ser simbólicamente su último partido con la camiseta rojiblanca.

Rodrigo Riquelme Atlètic de Madrid
Rodrigo Riquelme Atlètic de Madrid

Dos destinos en el horizonte: Villarreal y Betis

Con su futuro cada vez más alejado del Metropolitano, Riquelme aparece como posible moneda de cambio en dos negociaciones abiertas: una con el Villarreal, por Álex Baena, y otra con el Betis, por Johnny Cardoso. Ambos centrocampistas son objetivos del Atlético para reforzar una medular que necesita nuevas piezas con dinamismo, proyección y calidad técnica.

En el caso de Baena, su cláusula de rescisión de 55 millones de euros complica una operación directa. Por eso, en el Metropolitano se valora incluir a Riquelme como parte del trato para reducir el coste final. El Villarreal, que sigue al madrileño desde hace tiempo, vería con buenos ojos su llegada, siempre que las condiciones económicas acompañen. En paralelo, el Betis también se ha interesado por él, y podría aceptar su incorporación en un posible acuerdo que lleve a Cardoso rumbo a Madrid.

Rodrigo Riquelme
Rodrigo Riquelme

Decisión en manos del jugador

Aunque Simeone ha sido tajante con su postura, el desenlace no depende solo del club. Riquelme tendrá la última palabra, y tanto el proyecto deportivo como la proyección personal que le ofrezcan Betis o Villarreal influirán en su decisión final. En ambos casos, se le promete un rol más protagonista y la posibilidad de mantenerse en una liga que conoce y donde aún tiene margen de crecimiento.

La salida del canterano representa una oportunidad para el Atlético de generar liquidez o cerrar intercambios estratégicos, algo clave en un mercado donde los recursos no sobran. Para el jugador, será una ocasión para reencontrarse con su mejor versión en un entorno que le permita competir de forma regular.