Las portadas —las de Madrid, claro, y alguna de Barcelona— solo se mueven por el Barça cuando pueden perjudicarlo. La Vanguardia informaba este lunes que Javier Tebas, el presidente de la Liga de Futbol Profesional, presentó una prueba falsa a la fiscalía para incriminar al Barça (Tebas lo niega pero la evidencia lo desmiente). El club ha pedido la dimisión del señor —del que es bien conocida la fobia antiazulgrana y anticatalana. De todo esto no dicen ni mu las portadas de Madrid ni las de El Periódico y de Ara. Los mismos diarios que gritaron en primera página que el Barça "compraba árbitros" ahora no tienen espacio para explicar que no hay ninguna prueba y se excusan en que se limitaron a reproducir la denuncia de la fiscalía... inducida por las pruebas falsas de Javier Tebas. Incluso la UEFA va con retraso (de tiempo, se entiende) y su presidente, Aleksandr Ceferin, ha declarado en el medio esloveno (Ceferin es esloveno) Ekipa que "la situación [del Barça] es sumamente grave, una de las más graves que yo haya visto en el fútbol". Te puede parecer una rabieta adolescente pero es curioso cómo las denuncias falsas aparecen en las portadas y las pruebas en contra, no.
La inquietud de la mayor parte de las portadas que se repasan aquí es si Podemos y Sumar conseguirán aclararse y formar una única lista para presentarse a las elecciones. El Trío de la Bencina lo explica de manera que todo conspira contra la actual coalición que da apoyo al Gobierno. Lo hacen con relatos diferentes uno del otro, como para disimular que tienen el mismo propósito: presentar un gobierno resquebrajado y a la gresca que no vale la pena votar. El Mundo dice que el PSOE está inquieto porque Sumar, el nuevo proyecto de la vicepresidenta Yolanda Díaz, les roba 200.000 votos "según los sondeos" (qué sondeos? no se sabe). ABC habla de fractura en el Consejo de Ministros: antes decían que el Ejecutivo estaba dividido en dos y ahora que lo está en tres. Venga. La Razón ofrece la tercera cara del problema, la más clásica: Podemos y Sumar están enemistados y se pican mutuamente. No queda ningún flanco al descubierto.
Tres de los diarios que son partidarios de mantener la actual coalición del gobierno, El País, La Vanguardia y Ara, lo enfocan de manera diversa también. El diario madrileño destaca unas lamentaciones de Pablo Iglesias, triste porque Podemos y Sumar no se ponen de acuerdo —más bien porque Sumar no acepta someterse a Iglesias—, como una especie de aviso de que lo pueden perder todo por su afán de condenarse por el dogma y por los personalismos. Ara se limita, justamente, a destacar la pugna personal entre Pablo Iglesias y Yolanda Díaz, igual que hace La Vanguardia, que habla de "Podemos y Díaz", en una extraña mezcla de conceptos. La explicación es más simple de lo que piensas. Si te fijas, verás que "Podemos y Sumar" no entra en una línea de título, cosa que —con el "empalman como verbo— los habría obligado a titular en siete líneas en una columna, que no se puede porque así lo dicen las normas de estilo gráfico del diario y el juicio tipográfico. Son cosas de los impresos.
