Marcus Rashford ha escalado posiciones en la lista de candidatos a reforzar el ataque del FC Barcelona este verano. Ante las dificultades que presenta la operación de Luis Díaz, tanto por precio como por la sensación de que el colombiano está utilizando el interés azulgrana para presionar al Liverpool, el delantero inglés se ha consolidado como una opción real. Sin embargo, el plan de Deco y la dirección deportiva no pasa en ningún caso por un fichaje directo, al menos en las condiciones que actualmente propone el Manchester United.
Desde Inglaterra, el United estaría dispuesto a negociar la salida de Rashford, pero pide entre 40 y 50 millones de euros por el traspaso del atacante, una cifra que el Barça no está dispuesto a asumir en este momento. La situación financiera del club impide abordar operaciones de este calibre sin ingresos previos importantes, por lo que la única vía que contemplan en los despachos del Camp Nou es una cesión con condiciones favorables.
Una cesión con letra pequeña
El Barça ya ha trasladado informalmente a los representantes de Rashford y al propio Manchester United su voluntad de negociar una cesión por una temporada, con posibilidad de ampliar si ambas partes están satisfechas con el rendimiento del jugador. El problema es que el United pretende incluir una cláusula de compra obligatoria, algo que el club catalán no ve con buenos ojos, especialmente si esa cifra supera los 30 millones de euros.
Deco y Joan Laporta, que han ido de la mano en esta operación, creen que Rashford podría recuperar su mejor versión en el entorno adecuado, lejos de la presión de Old Trafford, y en un contexto en el que tendría continuidad y confianza. Aun así, no quieren hipotecar el futuro económico del club con una compra obligatoria por un futbolista que, pese a su talento, ha sido irregular en las últimas temporadas.
La clave: voluntad del jugador
Uno de los factores que podría jugar a favor del Barça es la actitud de Rashford, que ve con muy buenos ojos la posibilidad de vestir la camiseta azulgrana. El inglés quiere salir de Manchester tras un año complicado y cree que el estilo del Barça y la figura de Hansi Flick pueden ser clave para relanzar su carrera. Si el propio jugador presiona al United para facilitar una cesión sin cláusula de compra obligatoria —o con una opción más flexible—, las posibilidades del Barça aumentarán considerablemente.
Por ahora, el acuerdo no está cerca, pero las conversaciones continúan. En el club azulgrana tienen claro que no forzarán la operación y que si el United no se abre a sus condiciones, buscarán alternativas más viables económicamente. El verano es largo, y en la dirección deportiva confían en que la presión del mercado y la voluntad del jugador acaben jugando a su favor.