Las lesiones no se pueden prever, pero lo cierto es que un equipo del primer nivel europeo no se puede permitir el lujo de tener que improvisar constantemente. Este jueves, el Barça ha sido eliminado por el Athletic Club (1-0) y, además, ha perdido su mejor central, Gerard Piqué. El futbolista catalán, que ya había viajado con fiebre, ha notado unas molestias en el aductor y ha tenido que ser sustituido por Samuel Umtiti cuando quedaban diez minutos de partido. El '3' blaugrana ya se hubiera perdido el partido de Liga de este domingo contra el Betis por sanción, pero su lesión es incuestionablemente alarmante.

Sin él, el Barça ahora mismo sólo dispone de 14 futbolistas del primer equipo. En el eje de la defensa, sin Piqué y Todibo, Quique Setién sólo puede situar a Umtiti y Clément Lenglet. Lo mismo sucede en la delantera, donde el técnico cántabro sólo cuenta con Leo Messi y Antoine Griezmann. También podrá alinear Ansu Fati, pero el extremo hispano-guineano todavía no tiene ficha del primer equipo. Con Luis Suárez y Ousmane Dembélé en fuera de juego hasta a final de temporada, es inexplicable que el club decidiera traspasar a Carles Pérez.

Lo más grave, sin embargo, es que en el filial tampoco hay soluciones. En cursos anteriores La Masia había sido una fuente constante de talento, pero ahora ni siquiera sirve como recurso de urgencia. Sin Abel Ruiz, traspasado al Sporting de Braga, e Hiroki Abe, con la misma lesión que Dembélé, los únicos delanteros puros que podrían reforzar el primer equipo son Kike Saverio y Rei Manaj. Este último ha sido fichado este mercado de invierno del Albacete. Y aun así hay quien afirma que Messi no debería exigir responsabilidades a la dirección deportiva. El Barça en llamas.