Somos muchos los que nos sentimos traicionados y decepcionados por el rumbo que ha tomado la Fórmula 1 los últimos años con la insultante superioridad de Mercedes sobre todos los demás, pero de vez en cuando se dan las circunstancias que convierten una carrera más en una oda a la competitividad sobre las cuatro ruedas. Una carrera de aquellas que te reconcilian con un deporte que decías que habías abandonado y que ya no te interesaba.

Está muy bien saber valorar la fiabilidad de los Mercedes o la conducción precisa y agresiva cuando hace falta de Hamilton, sólo faltaría. Pero no nos engañemos, el 98% de los que vemos una carrera de Fórmula 1 no somos mecánicos ni pilotos y lo que queremos es divertirnos, ver adelantamientos y luchas encarnizadas hasta que los pilotos ven la bandera a cuadros. Eso es lo que ha pasado sobre el asfalto de Monza, en una carrera caótica que nos ha regalado un duelo precioso entre Carlos Sainz y Pierre Gasly en busca de la primera victoria de su carrera y que se ha acabado llevando el francés.

Pierre Gasly Carlos Sainz Monza Formula 1 EFEGasly y Sainz han protagonizado una lucha preciosa por la primera posición. / EFE

Se han roto todas las previsiones

Todo hacía presagiar una plácida victoria de Hamilton antes de empezar la carrera. El británico salía primero, con su compañero Valtteri Bottas al lado, y ambos habían mostrado una superioridad enorme en los entrenamientos del día anterior, pero una penalización a Hamilton ha dejado abierta del todo la lucha por la primera posición.

Un problema mecánico de Magnussen, que ha quedado con el coche parado cerca de la entrada del pit lane, impedía que los pilotos pasaran por la zona de boxes por donde se tenían que desplazar los comisarios encargados de llevarse el coche del danés, pero Hamilton y Giovinazzi no han recibido las órdenes por parte de su equipo y lo han hecho.

Lewis Hamilton Formula 1 Monza EFE

Hamilton, que salía líder, ha acabado séptimo por culpa de una penalización. / EFE

Al hacerlo, han quedado penalizados con un stop-and-go de 10 segundos. En aquel momento, Sainz era el líder virtual de la carrera, pero la prohibición de pasar por el pit lane lo ha perjudicado y aquellos que habían parado antes, entre ellos Gasly, han salido beneficiados y el francés se ha colocado entre los tres primeros.

El accidente de Leclerc dinamita la carrera

Cuatro vueltas después, accidente de Leclerc y bandera roja. Todos los pilotos a boxes y, con la posibilidad de cambiar neumáticos sin perder ni un segundo, algunos como Gasly han aprovechado para sustituir el compuesto duro por el medio y, una vez más Sainz ha salido indirectamente mal parado. El madrileño ya llevaba el compuesto medio y no necesitaba cambiarlos, mientras sus rivales directos sí que lo han podido hacer.

A partir de aquí, con Hamilton remontando desde la última posición por la penalización, Sainz se ha deshecho de Räikkönen y Stroll y ha iniciado su particular persecución a Gasly, que lideraba relativamente cómodo la carrera. Sainz lo ha intentado, y ha recortado décima tras décima hasta que en la última vuelta se ha colocado a menos de uno segundo de Gasly.

El francés, sin embargo, ha resistido y ha podido celebrar su primera victoria en la Fórmula 1. La de Sainz tendrá que esperar, pero con carreras como la de hoy seguro que tendrá más oportunidades. Tercero ha acabado Lance Stroll, conformando así un podio donde todos era la segunda vez que acababan entre los tres primeros.

Hamilton, que ha conseguido acabar séptimo, ha podido salvar los muebles porque Verstappen ha tenido que abandonar y Bottas, que pasa a ser segundo del Mundial, ha acabado quinto y sigue muy lejos del británico. Así ha acabado una brillante carrera, competida hasta el final y con la emoción que hacía tiempo que no se veía sobre un asfalto de Fórmula 1. Hamilton seguramente gane la siguiente carrera, en Mugello, y tocará aplaudirlo, pero hoy, amigos, un servidor se ha reconciliado con la Fórmula 1.