Pep Guardiola hizo caso a los instintos de su equipo y se dejó llevar por la filosofía inglesa del juego directo. Contra el Barça y en una de las primeras veces en su trayectoria como entrenador ha dejado de lado la posesión y ha permitido hacer a sus jugadores aquello que dominan a la perfección: los contragolpes. Las estadísticas del Manchester City-Barça también dejaron una cifra récord para Guardiola con una posesión final de los suyos de sólo el 34,7%.

El estilo Guardiola en el segundo duelo de Champions League contra el Barça fue prácticamente irreconocible. "Estoy contento por los tres puntos y porque he aprendido que somos buenos al contraataque, que en un momento determinado lo podemos utilizar", aseguró después del partido Pep. Unas palabras totalmente nuevas para el técnico de Santpedor que no dejará de lado su manera de concebir los partidos, pero no descarta un arma que descontrola más su equipo.

Guardiola hizo bien cambiando la táctica. Sólo los más grandes saben ser intervencionistas cuando toca y mover las piezas de su tablero de ajedrez. Con los pros, los contras y todo el análisis previo al partido, supo encajar a sus jugadores y pedirles los movimientos y jugadas idóneas para remover un partido que terminó siendo de éxito total para el City.

EFE

Posesión

El rasgo distintivo de Guardiola siempre ha sido la posesión. El hecho de acumular jugadores en medio del campo para tener superioridades en la creación es una de las grandes premisas que tiene en la cabeza el actual entrenador del City. Una forma de jugar armónica, empezando desde detrás, controlando la pelota en todo momento y que poco a poco van avanzando todos juntos. Para Guardiola el fútbol es el toque y tener la pelota controlada.

En esta ocasión, sin embargo, fue la de un City que tuvo que dejar de lado sus ideas y buscar cómo hacerle daño al Barça. Si salieron escaldados del Camp Nou intentando competir mucho por la posesión, en el Etihad Stadium cambiaron las veces.

Guardiola supo leer el partido y adaptarse a las circunstancias, hacer cambios durante el transcurso del enfrentamiento y sorprender desde la táctica inesperada en un partido roto. Con el contragolpe como principal recurso del partido, Guardiola acabó con una posesión de récord. Los citizens sólo consiguieron el 34,7% de la posesión, siendo también la peor cifra de un equipo de Guardiola desde que es entrenador. Ni con el Barça, ni con el Bayern de Munich, ni hasta ahora con el City, un equipo de Pep había tenido tan poco la pelota.

Precisamente y comparándolo con el anterior partido contra el Barça disputado en el Camp Nou, el City entonces perdió la lucha por la posesión con un 46%, pero la filosofía de juego no fue tan diferente a la esperada. En el Etihad, en un partido clave para los ingleses, todo cambió y la jugada les salió bien.

Pases

Más directos que nunca con el menor número de pases de los partidos disputados esta Champions League. En cuatro partidos de la fase de grupos, sin ningún tipo de discusión, este último partido contra el Barça en el Etihad ha sido el de menos pases completados del City. El modelo inglés aflora en Manchester y el contragolpe provoca cambios en las estadísticas de los partidos.

Una consecuencia a tener menos posesión es el hecho de acabar completando menos pases. Menos pelota, menos control y menos toques. La cifra conseguida por el City en el partido jugado en el Etihad Stadium fue de 251 pases buenos con un porcentaje de acierto del 80%. Los datos parecen buenos, pero si se compara con los tres partidos anteriores, se puede ver cómo los datos son mucho peores en los esperados.

En el primer partido con victoria contundente contra el Borussia Mönchengladbach hicieron 506 pases buenos con un acierto del 90%. En el segundo, el empate contra el Celtic de Galsgow, completaron 485 pases buenos y un acierto del 86%. Pero la cosa empeora cuando llega la derrota por 4-0 contra el Barça. 334 pases correctos y 82% de acierto. Los datos no son malos, pero todavía con la disputa por la posesión, son bastante más explicativos cuando se compara con el partido jugado en Manchester cuando renunciaron a buscar durante los 90 minutos la posesión.

Distancia recorrida

El partido fue un juego de golpes. Las transiciones ofensivas y defensivas intercaladas de forma constante marcaron un partido muy dinámico, pero también que acabó siendo muy largo para los jugadores. La distancia recorrida por los futbolistas de los dos equipos también reflejó como el partido fue muy diferente al jugado en Barcelona.

Los jugadores del City sumaron en la victoria en el Etihad un total de 111,6 kilómetros recorridos, mientras que los blaugrana hicieron 106. Los datos y la definición del modelo de partido, muy diferente al posicional y del juego de posesión vivido en el Camp Nou, dejan entender por qué corrieron cuando el contragolpe fue el protagonista.

En la comparativa se puede distinguir claramente la táctica de los partidos. Precisamente en el disputado en Barcelona, tanto los futbolistas del City como los del Barça recorrieron menos kilómetros. En el partido del Camp Nou los jugadores de Guardiola hicieron 103,3 kilómetros, mientras que los de Luis Enrique acabaron con 101,5.